Mar. Abr 16th, 2024

COLUMNA || Hablemos de lo que sucede con los artistas caleños. Pero antes de eso ubiquémonos en una ciudad donde el arte siempre ha generado cambios. Donde a través del tiempo se ha fomentado la conciencia individual y social que ha propiciando un ambiente de equilibrio y armonía, lo cual ha logrado un mejor ambiente en la comunidad a través de espacios de expresión y proyectos de arte.

Ahora concentrémonos en lo que ellos (artistas) tienen que hacer para sobrevivir en esta ciudad. Aquí, estar involucrado en el arte requiere de fuerza y paciencia. Fuerza para no caer derrotado ante la falta de apoyo local, y paciencia para que el Estado, las entidades y alianzas internacionales contraten sus creaciones.

Aquellos artistas que están en el sector cultural de Cali saben que la mayoría de veces cuando tocan las puertas para ofrecer una propuesta, el trato es despectivo. Sin embargo, si como artista logras hacer un trato con el Estado, paciencia porque debes saber que el dinero que vas a recibir por tu trabajo se va demorar meses para que te lo paguen.

¿Qué está pasando con el apoyo local a los artistas y creativos caleños? ¿Por qué la Alcaldía de Cali prefiere dar mejor trato a los artistas extranjeros que a los locales? ¿Por qué en Cali no hay una Megaobra exclusiva para conciertos como el Luna Park de Buenos Aires? ¿Por qué hay que esperar a que sea el crowdfunding o las ayudas internacionales las que financien el trabajo a músicos, actores, comediantes o fotógrafos de esta ciudad? 

Ahora que la mirada del mundo se ha volcado hacia Suramérica, valdría la pena exigirle a la ciudad que le den la importancia y el respeto que se merecen los artistas. Ellos a través de la sensibilidad muestran otra realidad, y está claro que todas esas emociones que generan no pueden ir acompañadas de ceros, ni a la izquierda ni a la derecha.

¿Cuánto dinero movió la Primera Bienal Internacional de Danza de Cali, donde la única compañía local contratada, si no me equivoco, fue Delirio?

De ahí que las pocas propuestas que apoya la Administración carezcan de tiempo para la investigación y depuración de cualquier temática. Y si hablamos desde el proceso que implica el lenguaje corporal, lo que deja esto es un vacío en la reflexión del artista.

Este es un llamado a todos los que creemos en el arte. No solo tenemos que criticar y exigirle al Estado, también hay que decirle al público caleño que si no queremos seguir viviendo en una ciudad atrasada, debemos seguir reclamando lo que nos merecemos, apoyar el talento local y no solo asistir a los eventos gratuitos.