Hoy… soy una nube blanca que se deja llevar por el viento
y desde arriba, observo.
Hoy… quisiera fumar en hoja de tabaco mientras la noche seduce mis recuerdos y las estrellas contemplan mis miedos.
Hoy… quisiera explotar en silencio.
Morderte el cerebro.
Arrancarte el veneno, el silencio y el dolor.
Quisiera caminar entre vagones
y dejar mi olor entre la espesa oscuridad.
Quisiera volver a hacer el amor,
tener aquel sexo lujurioso.
Que arde.
Que muerde.
Que ama.
Quisiera dejar ver todas tus caras…
De puta.
De tierna.
De travesty.
De sumisa.
De satisfacción.
Hoy… me he convertido en un pájaro azul que descansa en la madrugada
en una jaula cargada de miedo,
escondiendo dentro de su nido
una tonelada de expresiones asombrosas.
Sin embargo, hoy quisiera ser muerte.
Quisiera ser grito.
Quisiera ser dolor.
Quisiera ser tranquilidad.
Quisiera escribir entre gotas de lluvia
con la tinta roja de tu sangre,
bañándome en tu saliva.
Pintándote las caderas del color de La Barra.
Disfrutando del estado perturbado y del silencio del arte
mientras nos miramos a los ojos y nos decimos te amo,
desnudos
en una cama que parece una canoa.
Hoy… quisiera que Bill Evans volviera a tocar el piano y la trompeta.
Que nuestros oídos quedaran mudos,
y que el alma partida en dos, descansara.
Quisiera seguir teniendo la ganas de cambiar este puto mundo.
aunque sean mis errores los generen la guerra.
Hoy… quiero ser una montaña.
Quiero ver a mis ancestros.
Quiero dejar de temer a los cuchillos.
A las armas.
A las caras asesinas.
A las miradas perdidas entre químicos y cocaína.
Quiero que el tren arranque y que todo salga bien.
Que la melancolía y la fuerza no estallen.
Que no llegue la hora del fracaso…
La victoria perdida de nuestros padres.
Nuestros abuelos
y nuestros ancestros.
Hoy tengo ganas de estar desnudo,
viajando entre nubes de gelatina estando muy «happy».
Que los condenados deambulen como hormigas…
La cerveza emborrache al odio,
y el agua sea el oasis de salvación.
Hoy quiero acabar con el apego al dinero.
Transformar el concepto actual de la politica con las mismas maquinas que talan la esperanza de los bosques.
Corregir a los que matan animales.
Congelar en el tiempo a los que construyen más tecnología y menos naturaleza.
Esos que te obligan a no tener identidad.
Esos que hacen que el camino del propio conocimiento, sea más difícil.
Esos que hacen demorar el barco mientras el mar se intoxica con el petroleo derramado.
Quisiera que nuestras vidas dejen de estar llenas de humo.
Que el bosque deje de arder en olvido mientras los ríos fluyen con la muerte.
Los parques florecen en medio del concreto.
Y la lluvia nos baña con hollín.
Quisiera más silencio.
Menos miedo.
Más naturaleza.
Muchos viajes.
Mucho conocimiento.
Un poco de amor.
Y sobre todo,
más libertad.