Poesía || La culpa es de nadie,
sin embargo,
esta noche el dolor me acompaña.
La alegría está herida,
desgarrada,
llena de preguntas y silencio.
La noche,
el humo y un par de cervezas.
John Coltrane tocando In A Sentimental Mood
mientras mi corazón piensa en ti Juliana,
y mi mente siente tus pensamientos.
Vuelo entre nubes oscuras.
Paso la noche y el día escuchando música para que la carga sea más liviana
y tu recuerdo no marchite la poca fuerza que aún me queda.
No quisiera ser dramático.
Tampoco incoherente.
Tu corazón se metió en mi soledad.
Tus labios suaves calmaron mi dolor.
Esa mirada tuya,
iluminada de amor y ternura color marrón
le dieron vida a mi amor.
Ahora todo es extraño.
Tu ser me acompaña en silencio y distancia.
El recuerdo de tu sonrisa derramará lágrimas sobre mi piel.
Y nuestra intimidad estará en cada rosa que encuentre en el camino.
En el día,
en la noche.
Ahí estás.
Regresa…
¡No te vayas!
Amémonos con nuestros miedos.
Con paciencia.
Con bondad.
Sin envidias ni orgullos.
Sin rudeza,
egoísmo,
enojo
o rencor.
Sin maldad
y sólo con la verdad.
Disculpándonos.
Creyendo todo
Esperando todo.
y soportando todo.
Por ahora sigo esperando el tren que me llevará a otra estación de vida.
Deseo cosas nuevas.
Lejos de tanto ruido.
Tanto concreto y dolor.
Sácame de aquí con tus elefantes,
tus dos ángeles
y tu ternura.
Llévame al cielo con tu mirada.
Dale descanso a mi alma con tus caricias.
Prestame tu espalda para escribirte poesía de color amarillo cuando estés agotada
y tus oídos para hacer el amor con nuestra canción favorita.
¡Ya sé!
¡Ya sé!
La culpa es de nadie…
Pero esta noche el dolor me acompaña
y es preciso tragarme este bocado de tristeza,
con amor y poesía.