Aterciopelados, la banda que le subió el estatus al rock colombiano
Luego de su exitosa presentación en en Cali y del lanzamiento de su primer libro ‘Con el Corazón en la Mano’, Aterciopelados se prepara para la producción de su primer DVD en vivo, en donde harán un recorrido por toda su trayectoria musical y estética.
Andrea Echeverri y Héctor Buitrago han crecido y evolucionado con cada producción que realizan, han escrito su propio capítulo musical a través de los años, marcando historia en Colombia y en Latinoamérica.
A través de grandes producciones discográficas, giras internacionales, premios e infinidad de experiencias, Atercipelados siguen latentes en los corazones de muchos fanáticos y seguidores de la banda.
Para no alargar la cosa, es un gusto compartir esta conversación sobre la trayectoria y el regreso de los Aterciopelados.
Póngase los audífonos y disfrute de esta entrevista con la banda que le subió el estatus al rock colombiano.
Son veinticinco años de historia, ¿qué reflexión tienen hoy con ese regalo que les ha dado la vida y con todo lo que han vivido como Aterciopelados?
Sí, realmente es un regalo que llegó por sorpresa a la vida de los dos. Estamos en un momento en el que vemos retrospectivamente esos veinticinco años de carrera; valorando todos los momentos que hemos vivido, porque tuvimos un descanso, entonces eso nos permitió volver a valorar todas las épocas y las canciones de las primeras etapas. Ahora estamos en un momento muy chévere porque nos sentimos muy contentos de volver a tocar y de arrancar. Este es un nuevo comienzo. Volvimos a firmar con Sony para editar un DVD que saldrá este mes; la antesala del nuevo álbum con canciones inéditas de Aterciopelados para el 2016.
¿Qué creen ustedes que representa Aterciopelados para Colombia?
A nosotros nos tocó la misión de abrir muchas puertas cuando empezó la nueva etapa del rock colombiano. En los 90s, nos tocó ver quienes éramos y saber para dónde íbamos, así que nos lanzamos…
..Puedo atreverme a decir que fueron ustedes los que le abrieron las puertas a otras bandas de rock colombiano…
Definitivamente hay que llamar las cosas por su nombre. Por ejemplo, cuando salíamos de viaje, la gente se sorprendía y nos decían ¿ustedes son de Colombia? Y así duramos muchos años viajando. Con el paso del tiempo el nivel de los músicos ha crecido, ha habido escuela, ha habido donde foguearse; ahora somos muchos los grupos que estamos viajando, pero realmente sí nos tocó abrir las puertas en una época en que era difícil. No había sitios donde ensayar, era difícil conseguir instrumentos, no había donde tocar, pero todo se fue desarrollando paralelamente a nosotros. Además hubo un momento importante para el país y también para nosotros, la gran sorpresa de ser la primera agrupación de música colombiana nominada a un Grammy, eso fue conmoción nacional, y ahí subimos el estatus del rock colombiano porque se valoró el género.
¿Qué cosas divertidas y creativas sucedían en Aterciopelados en la época de Delia y los Aminoácidos?
Todo era muy informal. Tuvimos que montar un bar para poder ensayar, tocar y vivir, porque no teníamos ninguna de las tres cosas. Ensayábamos en una habitación, los fines de semana tocábamos y gracias a eso, nos manteníamos. También empezamos una época de los bares alternativos en Bogotá con un ambiente muy creativo a nivel de que todo lo que sucedía en ese sitio era nuevo. La gente tenía una libertad para crear sin la presión de que íbamos a grabar un disco. Una época divertida y bien inocente.
Muchachos, después de tantas montañas rusas, ires y venires, peleas y reconciliaciones… ¿Por qué regresó Aterciopelados?
Pues hemos tenidos varios recesos. Cuando llegaron los hijos paramos un rato, luego los discos solistas, y también sucede que un poco se agotó todo hace uno años, así que decidimos parar indefinidamente. Tocando quince años seguidos uno pierde el valor de lo que ha hecho. Sin embargo, sabíamos que hay un camino muy bonito que se ha construido y eso nos permitió valorar muchas cosas del pasado y valorar ese silencio de unos años también.
Hablemos de Sony… ¿por qué firmaron con ellos y no lo hicieron de una manera independiente?
Nosotros estábamos en BMG y ellos terminaron, hicieron una alianza con Sony y luego fuimos de ellos sin haber firmado. Después hubo un momento de crisis en las disqueras y se impulsó todo independiente y nos lanzamos a trabajar así. Todos los discos solistas, que son seis, (tres de Andrea y tres Héctor), y dos discos de Aterciopelados, son independientes. Pero ahora que regresamos pues surgió la invitación de Sony para grabar un DVD en vivo. Eso realmente no lo podríamos hacer de manera independiente porque es un montaje inmenso. Estando casi siete años independiente también hay que trabajar mucho más, con Sony se alivianan muchas cargas. Digamos que se cerró un ciclo y empezamos otro. Vamos a ver qué pasa.
Cómo ven la actualidad del Rock en español aquí en Colombia.
El rock colombiano ha sido una construcción colectiva en donde hay elementos del rock, pero también hay muchos elementos y hay subgéneros que abren un espectro muy amplio de posibilidades para encontrar rock colombiano, incluso hay cosas que no son rock pero tienen un espíritu rockero chévere; eso qué indica, que a veces el rock va más allá de la palabra, va más allá de lo que viene de Estados Unidos y de Inglaterra. Acá los músicos pueden hacer su propia construcción, que es un poco lo que ha hecho Aterciopelados.
Conocen grupos de Cali que hacen parte de esa propia construcción de la que hablan.
Sí claro, aunque no tenemos mucho acceso a la escena local, sabemos de Flor del Hito, Superlitio y Zalama Crew.
Cambiando un poco de tema, muchos colombianos conocen o han escuchado que Aterciopelados tiene una conexión con lo místico y espiritual, ¿cómo inició esa búsqueda en ustedes?
Creemos que uno viene con esa tarea de la búsqueda espiritual, y es algo que fue caminando de la mano con la música, No hay algo que haya marcado esa búsqueda sino que se sentía desde siempre. Las primeras canciones que hablamos de lo ancestral, de reconocernos con la tierra, no habíamos tenido contacto con tradiciones indígenas para decir que nos influyeron. Una canción como ‘La pipa de la paz’ la escribimos muy inocentemente, y más adelante es que sí empezamos a tener contacto con tradiciones indígenas y ancestrales; con ceremonias de medicina y plantas de poder, y ahí nos fuimos encontrando con otras búsquedas como el yoga, meditación, vegetarianismo, y uno sabe que por ahí es el camino, no el seguir tocando, ver que más uno hace con el grupo y cómo conseguimos más, sino que hay que cultivarse y en la medida que uno se cultiva, la música va encontrando su camino y va encontrando qué decir.
¿Cómo le gustaría a los Aterciopelados que fuesen recordados en la historia?
Creemos que como vamos. Un grupo que siempre se preocupó por una búsqueda de la identidad, por saber quiénes somos, por qué nacimos en este territorio, por qué nos tocó vivir en esta época para encontrarnos con nosotros mismos, valorarnos como colombianos. Una cancion como ‘Colombian Conexion’ en nuestra primera etapa es porque no nos queríamos. Querámonos, queramos nuestro país, queramos lo que somos, busquemos dentro de nuestros pasos y nuestras raíces para ver de dónde venimos, con eso ya podemos caminar más.
¿Que le dejaron a Cali luego de su presentación?
Estuvimos con una iniciativa que se llamó Canto al Agua, por eso cantamos al lado del Río Cali, esperando que lloviera pronto en la ciudad. Recordando que estamos en una época de cambios climáticos y que tenemos que tomar conciencia de eso en nuestros días y en nuestra cotidianidad. Además la pasamos muy bien, porque fue la primera vez que estrenamos algunas canciones del nuevo álbum DVD que se llamará Reluciente y Rechinante.
Ya para finalizar, hay un tema de formación de públicos que se está desarrollando en Cali. Sucede que mucha gente se acostumbró a los eventos gratuitos y ahora que los conciertos y festivales están siendo pagos, el flujo de público es diferente, ¿algún mensaje sobre este tema?
Sí, ese un tema que también sucede en Bogotá. Rock al Parque es un escenario para que las bandas toquen ante miles de personas, pero hay bandas que solamente tocan en este festival y el resto de año no encuentran público para tocar porque todos lo vieron gratis. Es un tema difícil porque tiene sus cosas buenas y sus cosas negativas, pero el público realmente debe valorar el trabajo de los músicos porque es como cualquier otro, pues se hace con esfuerzo, sacrificios, ensayos, y hay que educar al público para que lo valore. Es una cuestión de conciencia de las personas. Si tenemos como apoyar pues apoyemos.
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