Greenpeace pide más y mejores ciclorutas en la Bogotá post pandemia
En el marco del Día Mundial de la Bicicleta, Greenpeace alerta sobre la necesidad de más y mejores ciclorutas en Bogotá, para asegurar un sistema de transporte seguro, cómodo y sostenible.
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Según datos de la Secretaría de Movilidad, en promedio en Bogotá se realizan más de 13 millones de viajes al día de los cuales el 38.8% corresponde a transporte público, el 14.9% a carros particulares, el 6.6% a viajes en bicicleta y el 39.7% restante corresponde a otros medios de transporte.
No obstante, según Tatiana Céspedes, miembro del equipo de campañas de Greenpeace Colombia, dice que a los bogotanos los reconocen como escarabajos, por lo que es momento de apropiarse de esa identidad y exigir ciclovías más seguras y el fomento de la bicicleta como medio masivo de transporte.
“En el contexto en que vivimos, la conexión entre la salud del planeta y la actividad humana se ha vuelto irrefutable: nunca antes habíamos podido ver de manera tan clara el impacto de nuestro modelo de movilidad actual en el medioambiente. En la etapa post pandemia, tenemos en nuestras manos la oportunidad perfecta para hacer cambios sistémicos y necesarios en las ciudades”, comenta Tatiana Céspedes.
Como argumentos a favor del uso de la bicicleta, la ONG expone que según reportes propios, la contaminación de aire por NO2 bajó en un 27% en Bogotá durante la cuarentena, respecto del mismo período en 2019, en parte por la disminución del uso de carros.
Además, advierte que los automóviles ocupan en promedio el 50% de la superficie de las ciudades y que, específicamente en Bogotá, se pasa un promedio de 191 horas anualmente en embotellamientos.
“El uso de la bicicleta no genera emisiones a la atmósfera y ayuda a mejorar la calidad del aire que respiramos. Hoy debemos pensar en la bicicleta como uno de los medios de transporte más seguros y que más debe desarrollarse”.
Por estas razones, Greenpeace exige cambios en la movilidad de la ciudad, en pos de mejor calidad de vida y estándares ambientales.
“No podemos depender de una cuarentena para que la calidad del aire mejore y se tomen medidas a favor de peatones y ciclistas. Por eso, pese a que celebramos la inclusión de 80 kilómetros nuevos de ciclovías en Bogotá en el contexto de distanciamiento social, creemos que debe ser el puntapié inicial para cambios estructurales en la movilidad de la ciudad”, dijo Céspedes.
Desde la ONG aseguran que para que estos cambios pasen a ser estructurales y permanentes en la realidad posterior al COVID-19, es necesaria una fuerte voluntad política y acciones concretas que aseguren la correcta habilitación, ampliación, demarcación y utilización de las ciclorutas existentes.