Vie. Jul 26th, 2024

Santiago de Cali es una de las ciudades más pobladas de Colombia y es también un referente del cine colombiano y latinoamericano, tanto que en la época de oro de la cinematogrfía, existieron sesenta y nueve teatros abiertos al público y dos autocines que reflejaban el interés caleño por el cine. Sin embargo, la modernidad y la construcción de centros comerciales propiciaron la destrucción de estos espacios o su traspaso a nuevos lugares de entretenimiento.

No obstante, desde mediados del siglo XX, Cali fue cuna de diversos productores, actores y directores de la industria fílmica que a través del movimiento Caliwood marcaron la pauta cinematográfica del país, motivando con ello a que Hugo Suárez Fiat registrara legalmente (en el 2008) el nombre de CALIWOOD para usarlo en el Museo de la Cinematografía CALIWOOD y en la Fundación CALIWOOD Museo del Cine.

Si bien el origen de la palabra Caliwood se debe a varios factores, el director colombiano Pascual Guerrero, en entrevista con el director del Museo de la Cinematografía CALIWOOD, Hugo Suárez Fiat, comentó que la palabra Caliwood había surgido a mediados de la década de los setenta en una plática entre los cineastas del grupo de Cali y un periodista del diario Occidente de Cali al que pedían los promoviera. Por otra parte, Luis Ospina, actor, realizador y director caleño quien fue parte de este movimiento, afirma que ellos no se llamaban a sí mismos Grupo de Cali y que tanto el nombre del grupo, como Caliwood se formaron a posteriori.

Desde la infancia, Hugo Suárez Fiat mostró interés por objetos fotográficos y cinematográficos. Y hace unos años, mientras observaba la restauración de un automóvil clásico, descubrió que en la parte posterior de éste se encontraban dos proyectores de cine de 35 mm marca Súper Simplex / Peerless Magnarc que fueron utilizados para presentar largometrajes en los teatros públicos de Cali. Con esto en mente, decidió crear el Museo de la Cinematografía CALIWOOD (primer museo del cine en Colombia, primer museo colombiano en usar audioguías  y uno de los primeros museos latinoamericanos dedicados a la historia del cine).

El Museo abrió sus puertas al público el 1° de noviembre de 2012 con el objetivo de convertirse en un referente sociohistórico, académico, turístico, familiar y lúdico dentro del género cinematográfico, para que los caleños, en especial  las nuevas generaciones, conozcan, aprecien y valoren la evolución de equipos fílmicos manuales, mecánicos, electrónicos y digitales que han sido esenciales en la construcción de los escenarios y en la producción de las historias de Cali. A la fecha, la colección museográfica compuesta por objetos personales, donaciones y préstamos, cuenta con equipos análogos de fotografía, filmación y proyección fabricados entre 1825 y 1980; así como con afiches de películas colombianas, y juguetes como el girobserver y el visor de contra luz.

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Después de varios esfuerzos, dentro del Museo se construyó el Cinema Lumiere, originalmente ideado como un teatro art nouveau, donde se proyectan películas de época y actuales, colombianas e internacionales. Además, este espacio también ha sido sede de lanzamientos de libros, conferencias, disertaciones técnicas, charlas, y eventos privados.

Visitar CALIWOOD significa estar en contacto directo con un coleccionista fílmico, con un cinéfilo de corazón dispuesto a compartir sus saberes cinematográficos y tecnológicos con su comunidad, conectándola con su memoria colectiva para que viva nuevas experiencias.

Cada pieza expuesta en CALIWOOD hace referencia a un momento histórico, tecnológico y económico particular, y denota la importancia de valorar, aprender y analizar desde distintas perspectivas nuestro pasado y su influencia en la vida cotidiana.

Uno de los objetos más destacados de la colección es la cámara Whittaker Micro 16, creada en 1946 por Wm. E. Whittaker Ltd en Estados Unidos de América. Ésta tenía el tamaño de una baraja de cartas y cabía en una cajetilla de cigarros, elementos que la hicieron muy popular entre los detectives de la época. ¿Te imaginas tener algo tan pequeño y tan útil dentro de tu bolsillo? ¿Qué posibilidades aportó a la producción cinematográfica en ese periodo? Además de la calidad ¿qué diferencias habría con una cámara del celular o con una GoPro? ¿Te das cuenta cómo lo que una vez fue un gran invento puede ser más tarde algo obsoleto para el uso cotidiano, y sin embargo, convertirse en un objeto de colección?

Santiago de Cali siempre ha tenido una relación estrecha con el cine, y las nuevas generaciones no son la excepción, pues son ellas, quienes a través del Festival Internacional del Cine de Cali (dirigido por Luis Ospina) y el Cinema Lumiere están demostrando que Cali aún tiene mucho que decir, que es importante recuperar y fomentar la cultura fílmica caleña a nivel local, nacional e internacional para poder contar historias multiculturales desde diferentes miradas y espacios donde las posibilidades de expresión y reconocimiento son elementos claves para la construcción de distintas realidades. 

Escrito Por Daniela Ekdesman Levi
Nodocultura