El MMP 2017, un mercado musical que va tomando su forma
Entender desde una perspectiva más amplia lo que puede o no puede hacer falta en el Mercado Musical del Pacífico, quizás sería ser muy arrogante. Además, intentar descifrar las dinámicas musicales de nuestra región, no es tarea fácil, pero lo que sí puede ser cierto, es que un mercado no puede ser una acción aislada, sino parte de una estrategia, y aprender esto, toma algunos años.
Hace unos días se llevó a cabo en Cali, el quinto Mercado Musical del Pacífico (MMP 2017), y el cambio, la calidad y la capacidad de negociación, se hizo evidente.
No obstante, en términos de alianzas, que el MMP se haya aliado con el MEC permitió sumar a las industrias culturales y creativas de la ciudad. Además, las jornadas del MMP en Buenaventura representaron un punto bastante alto, ya que se desarrollaron capacitaciones previas, preparación de cada grupo, asesorías personalizas y talleres que brindaron un valor agregado al proceso que llevan algunos artistas en esta ciudad. Pero hay que confesar que escuchar 28 agrupaciones en tres días, es extenuante.
Además, un grupo limitado de artistas ha entendido todo lo que tienen que conocer antes de llegar a un mercado o una rueda de negocios. La preparación, tener los insumos y comprender quiénes son los compradores y lo que hay detrás de ellos, requiere de cierta inteligencia para investigar e identificar todo esto, y pocos lo saben.
Asimismo, un mercado debe tener una estrategia más amplia, que incluya la preparación, formación y fortalecimiento del sector musical. Es decir, ¿para qué invitar a un grupo a un mercado a sentarse a hablar con un comprador de Perú sino es capaz de tocar mensualmente en Cali?
Las agrupaciones tienen que tener muy claro que el rol de un mercado no es patrocinar a los artistas sino generar las oportunidades para que el resto del año, si tienen la ambición de llegar a tarimas de otros países, vayan entendiendo este negocio.
Ahorrar, armar un presupuesto de mercadeo para tocar en un festival en Europa al que fueron invitados, levantar el dinero para comprar los tiquetes y llegar a una gira de seis meses en otro país, requiere orden, estrategia, creatividad y disciplina, lo cual, va más allá de una presentación en un showcase.
Las historia dice que los mercados en Colombia van buscando su forma y cada mercado tiene su ADN y su razón de ser, pero será que ¿el Mercado Musical del Pacífico debe buscar más allá y encontrar una ruta clara para los artistas y compradores o debe enfocarse en lograr más en negocios locales, nacionales o internacionales?
Por ejemplo, la ruta clara del WOMEX es una empresa que tiene que sobrevivir como empresa privada, el SXSW es un monstruo que se ve que es un buen negocio para los organizadores, pero aquí los mercados tienen recursos públicos y el apoyo de las instituciones, y el MMP no se queda atrás, por lo tanto responden a otra lógica de promoción que viene desde el Ministerio, la Secretaría de Cultura o la Cámara de Comercio. Pero, ¿será que estas entidades ven al Mercado Musical del Pacífico como un componente para dinamizar el sector de las industrias creativas y como un motor de desarrollo económico para la ciudad?
Si bien aún no se sabe cuántos negocios se hicieron este año en el MMP 2017, “si se está adelantando un proceso de monitoreo fuerte con las agrupaciones y compradores para dar trazabilidad a los procesos de negociación brindando además nuestro apoyo, por ahora es muy pronto para saber las compras que finalmente se concretarán pero cada comprador manifestó su interés en diferentes agrupaciones”, argumenta Sergio Vargas, director del MMP 2017.
Por lo tanto y para finalizar, es importante que los que están metidos en este cuento, proyecten la industria musical de nuestra región como una gran red que se fortalezca a través de estos espacios y que las agrupaciones, las entidades públicas, privadas y distintos actores que hacen parte integral de este proceso, aplaudan, porque sin tanto presupuesto, hecho con las uñas y a trastabillasos, el Mercado Musical del Pacífico, va tomando su forma.