Festival Bandola, una tradición que se debe mantener

El Festival Bandola, es un festival musical que se realiza en Sevilla, Valle, desde hace 23 años. El cartel está compuesto por 400 artistas en escena entre grupos nacionales de diferentes regiones de Colombia e invitados internacionales. Una experiencia única formadora de públicos que se convierte en una vitrina de tendencias, donde se ofrece gran variedad de expresiones musicales del nuevo folclor y la música tradicional de nuestro país.

No obstante, ¿qué tan importante es mantener esta tradición?

Vale la pena aclarar que una tradición es el conjunto de valores, costumbres y creencias que se transmite a través de las distintas generaciones y el Festival Bandola, al promover y contribuir a la formación de público para las músicas colombianas, fomentar el sentido de pertenencia y el desarrollo del turismo cultural, permitirle a los sevillanos y turistas tener acceso a los bienes culturales y propiciar un espacio de sana convivencia, el deber de las nuevas generaciones es hacer todo lo posible para mantenerlo a través de los años.

Además, porque más allá de la parte artística y cultural, éste festival trae una dinámica muy interesante a la economía sevillana, pues las familias se vinculan alojando turistas, los hoteles y restaurantes tienen un lleno total durante tres días y el transporte intermunicipal también se ve beneficiado. Es la época en que todo sevillano quiere regresar a este pueblo y reencontrarse con el calor de la convivencia pacifica.

Sin embargo, aunque el festival no necesitan una placa como tradición, sí deben explotar ese encuentro tan especial que tienen por la amistad, los afectos que reconfortan y el abrazo que le da esperanza al pueblo, y por qué no, replicar este modelo en otros municipios de Colombia, que por la coyuntura política que vive el país, necesitan del calor y el amor que transmite Bandola.

Por eso, es vital que éste festival a sus 23 años se mantenga en el tiempo y creo que su futuro es seguir creciendo, avanzar más, continuar transmitiendo sus valores de una generación a otra y que no se convierta, como dice Oscar Gallego, director del festival, “en una pieza de museo”.