Instituciones de fauna y flora podrán diferir el pago de los servicios públicos

Con este Decreto se benefician en el país 23 zoológicos, bioparques, acuarios, aviarios, oceanarios; 21 jardines botánicos, 584 tenedores de fauna y hogares de paso, centros de atención y valoración que son atendidas por entidades sin ánimo de lucro.

Según el Decreto 580 de 2020, expedido por el Gobierno Nacional, entidades sin ánimo de lucro como zoológicos, acuarios, aviarios, oceanarios, bioparques, jardines botánicos y tenedores de fauna, entre otros, podrán diferir el pago de servicios públicos de agua, alcantarillado y aseo, por un plazo de 36 meses sin que ello genere ningún tipo de interés o costo financiero.

Tras la declaratoria de aislamiento preventivo para evitar la propagación del COVID-19, estos centros de atención y conservación de fauna y flora silvestre en el país se han visto afectados en sus ingresos, pues en su mayoría dependen del flujo de ingreso de visitantes.

Con este Decreto estas instituciones podrán pagar el cobro del cargo fijo y del consumo no subsidiado por los consumos causados durante el Estado de Emergencia y los 60 días siguientes a esta declaratoria.

En cuarentena #NoEstánSolos

Esta resolución hace parte de la iniciativa #NoEstánSolos que busca, durante esta contingencia, atender a estos animales con el suministro de alimentos, suplementos y medicamentos, así como elementos como malla, polisombra y el pago del personal que trabaja en estos centros en la cuarentena.

Para hacer frente a estas necesidades, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con el apoyo de las CAR, Alcaldías y Gobernaciones, y otros Ministerios, lanzó la campaña #NoEstánSolos, que busca aunar esfuerzos de todos los sectores para garantizar la conservación y cuidado de la flora y la fauna del país durante la cuarentena.

A través de esta campaña, se han gestionado recursos económicos y en especie para el Zoológico Santacruz y el Bioparque La Reserva (en Cundinamarca) gracias a los aportes de WWF Colombia y Conservación Internacional, el Zoológico de Cali con donación de Asocaña y el Zoológico de Barranquilla con contribuciones de Bavaria.

Los esfuerzos del Gobierno, las CAR, las ONG, las asociaciones ambientalistas y la empresa privada permiten que estos centros sigan atendiendo animales víctimas del tráfico ilegal, el maltrato, la tenencia como mascotas y que por sus características biológicas, sanitarias o por pertenecer a especies exóticas, no pueden ser liberados.