Sáb. Jul 27th, 2024

Gustavo Fontán es uno de los directores más importantes en el cine argentino, sus filmes se caracterizan por un tono vanguardista, su ámbito experimental lo ha llevado a grabar diferentes proyectos como El Árbol, La Madre, La Casa y el limonero Real.

Hoy hablaremos de uno de sus últimos filmes llamados La Deuda una producción argentino-española con guión de Gloria Peirano y Gustavo Fontán, bajo la producción de Lita Stantic, Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar, Esther García y Silvana Di Francesco, acompañado de un elenco actoral bastante interesante como: Belén Blanco y Marcelo Subiotto.

Un género que es más más allegado al Thriller Psicológico, porque goza de un drama peculiar, que a diferencia de sus anteriores proyectos sigue siendo un cine  sensorial, en el que se destaca un reflejo bastante icónico en la mirada de su protagonista. 

Sinopsis 

Mónica no realizó unos pagos de un cliente de la oficina en la que trabaja, pero los quince mil pesos (200 dólares) que faltan no solo la comprometen a ella sino también a un compañero. Mónica promete reponer la suma de dinero a la mañana siguiente.

Fontan nos lleva a observar los elementos sobre el cine de género donde lo bressionano toma puntura en climas de sosiego con cada exploración, una intimidad sobreexpuesta a niveles de dolorosa confianza hacia cada personaje.

Podríamos pensar que con este clima bastante desarrollado en el Sur de Buenos Aires y sus alrededores, donde se transita carreteras largas y escasas de luz en medio de la noche, con sombras y azules que van cambiando a otra atmósfera un poco más iluminada, es un contraste de cambios capitalistas, lo que  le muestra al espectador, una representación surrealista que conecta con el desespero.

Un film que poco a poco se va dejando arrastrar por la ciudad en la que desembarca una analogía de la Argentina endeudada del 2019, donde prima el abatimiento y la desesperanza proyectada en la gran Actriz Belén Blanco.

Foto | Tomada de Internet.

Imagen política

Una trama que nos lleva al punto específico y casi notorio de un cine político en el presente a su realización, pues cada personaje tiene una historia de vivencia que no es explícita en la escena sino en un contexto con pocos diálogos muy puntuales, que nos cuentan ascensos al trabajo y el drama de los expulsados.

Una relaciones establecidas que nos llevan al hilo conductor y más porcentualmente el dinero, que parecería una poca cifra pero quienes rodean a Mónica no tendrían la suma completa. 

La Deuda es una película que vale la pena ver por muchas razones, como su puesta cinematográfica y ese cine del Gran Fontán que nos envuelve en ritmos lentos, poéticos e imágenes muy sensibles con grandes significados en cada una de sus tomas.

Autor | Edwin Medina
Cine – Sociedad