El rol de la inteligencia artificial en el futuro de los humanos
La mayoría de los expertos manifiestan su preocupación por el impacto a largo plazo de estas nuevas herramientas en el ser humano.
La inteligencia artificial (IA) forma parte de tu cotidianidad. Gmail, Facebook, Instagram, Twitter, Siri ―el asistente personal de los dispositivos de Apple―, el buscador de Google, Amazon, Google Now ―el asistente del gigante tecnológico para Android que recopila todos los datos de los servicios que usas―, Netflix, Spotify… utilizan IA.
“La inteligencia artificial son sistemas informáticos que han sido diseñados para interactuar con el mundo a través de funcionalidades (como la percepción visual y el reconocimiento de la voz) y comportamientos inteligentes que concebimos como esencialmente humanos (por ejemplo, evaluar la información disponible y actuar de la manera más sensata para lograr un determinado objetivo)”, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Estos sistemas informáticos utilizan una serie de distintos algoritmos, funcionalidades de toma de decisiones y grandes volúmenes de datos para ofrecer una solución o una respuesta a una solicitud. Pero a medida que la IA emergente basada en algoritmos continúa expandiéndose, ¿las personas estarán mejor que en la actualidad?
Esta fue una de las interrogantes planteadas por el Pew Research Center en una encuesta realizada a 979 expertos sobre IA y el futuro de los humanos.
Los especialistas en múltiples áreas relacionadas con la tecnología vaticinan que en el 2030 la IA en red amplificará la efectividad humana, pero también amenazará la autonomía, la agencia y las capacidades humanas.
Además, los expertos consideran que las computadoras pueden igualar o incluso exceder la inteligencia y las capacidades humanas en tareas como la toma de decisiones complejas, el razonamiento y el aprendizaje, el análisis sofisticado y el reconocimiento de patrones, la agudeza visual, el reconocimiento de voz y la traducción de idiomas.
Muchos enfocan sus comentarios optimistas sobre el cuidado de la salud y las muchas aplicaciones posibles de IA en el diagnóstico y tratamiento de pacientes o ayudando a las personas mayores a llevar una vida más plena y saludable.
También están entusiasmados con el papel de la IA en contribuir a amplios programas de salud pública basados en enormes cantidades de datos que pueden ser capturados en los próximos años, desde genomas personales hasta nutrición. Incluso varios especialistas vislumbran que la IA favorecerá cambios anticipados en los sistemas de educación formal e informal.
Sin embargo, la mayoría de los expertos manifiestan su preocupación por el impacto a largo plazo de estas nuevas herramientas en el ser humano. Entre las preocupaciones se encuentran:
1.- Agencia humana. Las personas están experimentando una pérdida de control sobre sus vidas. La toma de decisiones sobre aspectos clave de la vida digital se ceden automáticamente a las herramientas de “caja negra” basadas en código. Las personas carecen de información y no aprenden el contexto sobre cómo funcionan las herramientas. Sacrifican la independencia, la privacidad y el poder sobre la elección.
2.- Abusos de datos. El uso de datos y la vigilancia en sistemas complejos están diseñados con fines de lucro o para ejercer el poder. La mayoría de las herramientas de inteligencia artificial están y estarán en manos de compañías que luchan por obtener ganancias o gobiernos que luchan por el poder.
3.- Pérdida de trabajo. La toma de los puestos de trabajo por parte de IA ampliará las divisiones económicas, lo que conducirá a una agitación social. Mientras que algunos esperan que surjan nuevos empleos, otros se preocupan por la pérdida masiva de empleos, la ampliación de las divisiones económicas y los trastornos sociales, incluidos los levantamientos populistas.
4.- Dependencia del encierro. Reducción de las habilidades cognitivas, sociales y de supervivencia de los individuos. Muchos ven la IA como un aumento de las capacidades humanas, pero algunos predicen lo contrario: que la profunda dependencia de las personas en las redes impulsadas por la máquina erosionará sus habilidades para pensar por sí mismos.
5.- Violencia. Algunos predicen una mayor erosión de las estructuras sociopolíticas tradicionales y la posibilidad de grandes pérdidas de vidas debido al crecimiento acelerado de las aplicaciones militares autónomas y el uso de información con armas, mentiras y propaganda para desestabilizar peligrosamente a los grupos humanos. Algunos también temen el alcance de los ciberdelincuentes en los sistemas económicos.
Soluciones sugeridas ante el impacto de la IA
El bien global es el n.° 1. Mejorar la colaboración humana a través de las fronteras y grupos de partes interesadas. La cooperación digital para servir a los mejores intereses de la humanidad es la máxima prioridad. Se deben encontrar formas para que las personas de todo el mundo lleguen a acuerdos comunes, para unir fuerzas con la finalidad de facilitar la innovación de enfoques destinados a abordar problemas complejos y mantener el control sobre redes humanas-digitales complejas.
Sistema basado en valores. Desarrollar políticas para asegurar que la IA se dirija a la humanidad y al bien común. Es importante construir redes digitales inteligentes inclusivas y descentralizadas “impregnadas de empatía” que ayuden a los humanos a asegurar agresivamente que la tecnología cumpla con las responsabilidades sociales y éticas.
Dar prioridad a las personas. Reorganizar los sistemas económicos y políticos hacia el objetivo de expandir las capacidades y competencias de los humanos para aumentar la colaboración entre humanos/IA y las tendencias firmes que comprometerían la relevancia humana frente a la inteligencia programada.
Autor: Daniel Torrealba | centrogabo.org
Replicado con autorización.