Los diez mandamientos del buen periodista musical
Soy un tipo común y corriente, amante de la música y los buenos toques (conciertos). Inicié mi carrera de comunicación social en el 2010 en una universidad privada de Bogotá, como cualquier otra. Avancé mis estudios durante cinco años sin mucha molestia ni afán.
Hoy, culminados mis estudios, surge inesperadamente una duda que corroe mi lóbulo frontal, incitándome a buscar una respuesta concluyente que defina —de una vez por todas— el perfil periodístico de un periodista musical; ese que busco impasiblemente emular en mi vida profesional.
Para muchos en Colombia, el periodismo musical es el arte farandulero del publirreportaje que habla sobre la banda musical del momento, otros sostienen que es la sección de chisme que se incluye en el noticiero del medio día. Yo opino que no es ni lo uno ni lo otro; es toda una especialización y una profesión de respeto.
Por eso, cuando transcribía dicha definición, busqué ser conciso, resaltando las fortalezas y habilidades básicas que deben rodear a un profesional de este tipo en la actualidad, por otro lado, evité ser subjetivo, solamente hablar a través de mi experiencia, la cual es auspiciada por mi amor hacia la música y mi sueño de ser un periodista relevante en el medio.
Tampoco quise ser gracioso, ni sarcástico, como lo he sido en otras entradas, solo ser directo sin palabras jocosas, así que vamos a ello.
¿Qué debe tener un periodista musical (PM)?
1. Es obvio y lógico que el PM debe ser melómano de corazón y obsesivo de razón por entender los miles de universos abstractos que la música ofrece. Debe ser amante de la lectura y la escritura musical, prácticamente ser un ratón de biblioteca que conoce a sus colegas PM’s alrededor del mundo y ha leído los trabajos y entrevistas que estos han hecho. Este periodista siempre será un agente activo en su entorno, opinando con argumentos sólidos que le permitan realizar críticas asertivas y de calidad sobre los artistas del momento (y los que vendrán).
2. El PM debe ser titulado comunicador social o afín con el objetivo de adquirir los conocimientos teórico–prácticos que le permitan desarrollar habilidades blandas, fundamentales para escribir buenos reportajes o noticias sobre una X o Y banda musical. Si no se es periodista desde el pregrado, lo deseable sería hacer una especialización sobre dicha profesión.
3. El PM oye de todo, desde música autóctona hasta reggaetón, sin etiquetar géneros ni mucho menos estigmatizarlos. El PM busca entender los diferentes contextos normativos que la música construye a través de la cultura. Puede gustarle un género en particular, más no puede considerar este como algo absoluto.
Inciso
Escuchar de todo también incluye la “música underground” o “música independiente” que cada ciudad del mundo ofrece, con el objetivo de descubrir sonidos originales que son inclusive mejor que aquellos que la escena comercial ofrece.
4. El PM debe conocer por lo menos la composición básica de una canción. Debe saber qué es una melodía o un estribillo. Lo ideal es que sepa tocar un instrumento musical (yo estoy aprendiendo a tocar la armónica).
5. El PM sabe que será reconocido en el medio periodístico por su trabajo bien hecho, franco y honesto y no porque es el típico “delfín” (ser el hijo del dueño de la radio donde trabaja, por ejemplo). Debe entender que la denominada “payola” o los publirreportajes no son lo suyo. El PM es consiente que la única opinión de valor que cuenta es la de sus lectores.
Inciso
El PM sabe que pasará dificultades económicas, e inclusive ganará opositores y enemigos en el medio periodístico, sin embargo él seguirá con su trabajo imparcial y crítico sobre las bandas y artistas que considera malas u obtusas.
6. El PM siempre será él y solo él, hablará y escribirá con un estilo propio que lo diferenciará de sus colegas. Por ejemplo, se permitirá usar lenguaje soez o vulgar en sus publicaciones o emisiones como distintivo (sí así lo requiere). También no buscará ser el típico estereotipo del DJ que conduce la franja musical en una radio de segunda, todo lo contrario, buscará ser un líder de opinión musical relevante en su país.
7. El PM entiende los términos propios del entorno periodístico en el que han trabajo varios de sus colegas durante los últimos años alrededor del mundo. Sabe qué significa el término rockista o popsista, también entiende el significado de escena musical, música underground, música independiente, etc…
8. El PM será neutral en sus críticas, crónicas o reportajes. Cubrirá eventos y será directo con lo que dice y escribe sobre estos, sin importar si fue invitado de manera especial.
9. El PM reconoce a los colegas que realizan un trabajo ejemplar en cada uno de los medios periodísticos, ya sean digitales o impresos en los que trabajan. También exalta la labor de los medios independientes o privados que cubren noticias musicales realizadas con profundidad, dedicación y empeño.
10. El PM reconoce las diferencias entre los formatos de audio que existen actualmente (y han existido). Inclusive, reconoce el sonido característico que maneja un casete, CD o audio MP3. También sabe qué es un single (sencillo), EP (extended play), LP (long play) y un álbum.
Conclusión
El periodismo musical es un enfoque que debe ser visto con el mayor profesionalismo en las distintas agencias de comunicación y redacciones periodísticas del mundo. De hecho, este profesional es tan importante como los periodistas especializados en política o deportes.
Y con lo anterior dicho, mi objetivo, a través de estas 10 aptitudes, fue brindar un compilado de valores y cualidades que deben desarrollar aquellas personas que buscan vivir, disfrutar y ser reconocidos como periodistas musicales en los medios donde trabajan o viven y así complementar su perfil. Espero esta guía les haya sido de gran utilidad a quienes buscamos vivir de esta gran profesión.
Escrito por: Diego Osorio