Cientos de trinos gritaron que lo de este martes, fue una experiencia brutal; un instante de conexión eterna con toda la belleza de la música en vivo y una cita con aquellos que morían y revivian con Arcade Fire.
Más de 4 mil personas acompañaron a esta banda canadiense y sus amigos colombianos Bomba Estéreo, Li y Simón, ofrecieron un recorrido por éxitos, himnos caribeños y sus más modernas exploraciones sonoras, esas que los llevaron a estar nominados a los Premios Grammy.
Luego, un poco de más de una hora y con un ring de boxeo sobre el escenario, Win Butler, Régine Chassagne, Jerry Gara, Richard Reed Perry, Will Butler y Tim Kingsbury surgieron como titanes de fuego, tomaron sus lugares y le dieron vida al mejor concierto de los últimos años.
“Everything Now” fue el primer regalo de Arcade Fire al público colombiano, después se hizo presente con “Tunnels”, “Rebellion”, “Haiti” y “Power Out”. No obstante, su más reciente producción, encendió al publico con “Electric Blue”, “Put Your Money On Me”, “Creature Confort” y “We Don´t Deserve Love”. Pero el cierre con “Wake Up” fue más allá de la magia y lo real. Fue el punto álgido de una espera de 12 años para que los fanáticos colombianos y Arcade Fire hicieran una comunión en la Gran Carpa Américas de Corferias.
Lo que se vivió, fue para toda la vida. Gracias Arcade Fire por cumplir este sueño y por dejar parte de sus vidas en este rincón de América del Sur. 
