Con ganas de hablarle
Con ganas de hablarle.
Decirle que me gustan sus uñas pintadas de color rojo,
la blusa de pepas negras que lleva puesta
y como le quedan de bien sus gafas,
mientras la veo mirarse al espejo.
Con ganas de besar sus labios.
Morderlos suave como a una fresa
y sentir el sabor de su boca.
Con ganas de irnos juntos al mar.
Tomar y fumar.
Luego ir a nuestra cabaña,
besarnos y bailar.
¡Oh sí! ¡Bailar!
Bailar lento.
Con la luz tenue amarilla.
Dándonos la espalda mientras la tomo de las caderas,
respiro su cuello y me enciendo.
El humo se extingue.
La noche avanza con lujuria sucia, morbosa, amorosa y sexy;
con pasión y deseo.
Con ganas…
De tenerla.
Abrazarla.
De cantar juntos con el pasto y la luna.
En la montaña y en el mar,
observando su sensualidad.
Su calentura.
Su sonrisa.
Su ser femenino.
Luego quedarme en silencio
mientras este instante se desvanece con el pasar de los días.
¡Me encantan sus uñas pintadas de color rojo!