Contigo en mí

POESÍA || Aquí estoy,
de nuevo con el corazón roto a las 12:15 AM
caminando un domingo por el bulevar del río
contigo en mi cabeza.
Contigo en mi corazón.

Siento tus abrazos en mis recuerdos.
Tu sonrisa en mis labios.
Tu piel blanca en mi piel.

Aquí estoy con mis amigos,
el silencio y la soledad,
tomando vino
mientras escuchamos My Funny Valentine de Chet Baker,
contigo en mí
pero sin ti.
Pensando en que haga lo que haga
nada valdrá la pena para besarte de nuevo bajo la luna.

Sabes que te extraño…

¿Sabes que sin tu ternura no soy dulzura?
¿Sabes que sin tu querer no soy amor?

Muchos me miran.
y me pregunto,
¿tengo que ser como todos ustedes?

¡Dejen de sacar la mota de mi ojo,
miren la viga que está en el suyo primero!

El cielo,
las estrellas
y la luna,
saben que mi corazón está roto pero nadie lo sabe.

No hay amor.
Pero deseo sentirlo.
Tener más tiempo.
y dejar de temerle al tiempo.

Escribo poemas
— ¿Dirigidos a quién?

Al tiempo.
Al amor.
A la muerte,
buscando respuestas en el cosmos.

Cada vez que nos decimos adiós,
muero un poco.
Cada vez que nos decimos adiós,
me pregunto por qué los dioses pasan por encima de mí.

Es mi propia historia
y extrañarte hace parte de ella.

Daría lo que fuera para que regresaras.
Daría lo que fuera para que me abrazaras, me acariciaras con tu amor y tu mirada color verde marrón.
Daría lo que fuera para que este silencio que nos separa se acabe.
Daría lo que fuera para que olvidaras el pasado y estuvieras aquí,
al otro lado del teléfono con tu sonrisa y tu inocencia.
Con tu prudencia y encanto de mujer.

Estoy caminando por la calle de la tristeza y el silencio
con la fe puesta en que esto cambiará algún día.

Tengo derecho a estar triste ¿cierto?
¿Tengo derecho a tomarme unas copas y escribirte sin que lo sepas?
¿Tengo derecho a suspirar y llorar con la luna sobre mi hombro mientras te pienso?
¿Tengo derecho a escribir una caricia casi melancólica para el corazón al mismo ritmo del silencio?

A dónde irá el amor de este poeta distorsionado por falta de amor.
A dónde irá este poeta juzgado por sus demonios.
A dónde irá la alegría de este poeta inocente que quiere vivir el amor contigo.
A dónde irán todas la lágrimas.
Toda la rabia.
Todo el silencio.

¿Habrá otra cosa que me haga sentir menos incertidumbre en estos tiempos en los que nada es cierto?

Suspiro cuando veo caer las hojas de los árboles,
embelesado por un amor imposible.
Un amor perdido que no regresará.
Un amor que me hace caminar por las calles de una ciudad caliente,
mientras la poesía se hace presente.