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Laura Gil, embajadora en Austria, llega a la OEA: 10 claves para Colombia

Desde Bizarromesa.com analizamos por qué este nombramiento importa y cómo Laura Gil puede influir positivamente en Colombia y en la comunidad migrante en Austria y Europa.

En medio de un panorama global marcado por tensiones geopolíticas, migraciones masivas y crisis democráticas, una noticia pasó casi desapercibida en la prensa colombiana: Laura Gil ha sido elegida como la nueva Secretaria General Adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA), convirtiéndose en la primera mujer en ocupar este cargo en los más de 70 años de historia de la institución.

Esta posición la convierte en la segunda autoridad de la OEA, donde será responsable de coordinar el Consejo Permanente, representar al Secretario General cuando sea necesario y supervisar la ejecución de políticas clave en democracia, derechos humanos y cooperación regional. Su mandato comenzará el 17 de julio de 2025 y se extenderá hasta 2030.

¿Pero quién es Laura Gil? 

Es una diplomática con carácter, una internacionalista con visión y una exanalista política que no se acomoda al poder, sino que lo interroga. Férrea defensora de los derechos humanos y del proceso de paz

Cabe destacar el papel clave que tuvo en la ruptura del llamado “Consenso de Viena” sobre política antidrogas, donde impulsó una narrativa centrada en salud pública y derechos humanos. Además, fue viceministra de Asuntos Multilaterales en el gobierno de Gustavo Petro entre 2022 y 2023, donde promovió una política exterior con enfoque de género, justicia climática y defensa de las minorías.

Es por eso que desde Bizarromesa.com, analizamos por qué este nombramiento importa y cómo puede influir positivamente en Colombia y en la comunidad migrante colombiana en Austria y Europa.

1. Colombia gana visibilidad como país de diplomacia y paz

En un continente donde la política suele medirse en escándalos, la llegada de una colombiana a uno de los cargos más altos de la OEA proyecta otra imagen del país: la de una nación con voces capacitadas para el diálogo regional y la construcción multilateral.

2. Se fortalece el enfoque de derechos humanos

Laura Gil ha defendido causas incómodas y se ha enfrentado al poder cuando ha sido necesario. Su presencia en la OEA puede revitalizar un enfoque de derechos humanos en un organismo que a veces ha cojeado frente a gobiernos autoritarios o intervencionismos selectivos.

3. Impulso a una agenda progresista e inclusiva

El estilo de Gil no es el del statu quo. Su perfil sugiere que la OEA podría virar hacia una agenda menos complaciente con las élites y más enfocada en temas como justicia social, migración, derechos de género y democracia real.

4. Mejores relaciones multilaterales para Colombia

Tener una colombiana en ese cargo puede facilitar la articulación de agendas estratégicas y cooperaciones regionales que beneficien a Colombia, especialmente en temas como desarrollo sostenible, participación indígena y combate al crimen transnacional.

5. Mayor atención a la migración

Con millones de colombianos fuera del país, la migración ya no es una “excepción” sino parte estructural de la nación. Gil puede jugar un papel clave para que la OEA incluya estas voces en sus políticas continentales.

6. Validación del talento colombiano en el exterior

En una época donde emigrar muchas veces se asocia con precariedad y anonimato, la historia de Laura Gil nos recuerda que el talento colombiano puede alcanzar las grandes ligas y eso, simbólicamente, es poderoso.

7. Puentes culturales y académicos con Austria y Europa

Su experiencia como embajadora en Austria no se esfuma al dejar el cargo, por el contrario , podría seguir influyendo para fortalecer redes culturales, científicas y educativas entre Colombia y Europa, abriendo oportunidades para jóvenes, artistas y académicos migrantes.

8. Representación femenina y migrante en la diplomacia

Gil es mujer, migrante, con una historia de disidencia política. No es un “rostro bonito” para cumplir cuotas, es una figura con fondo y eso la convierte en referente para muchas colombianas y colombianos en el exterior.

9. Defensa de derechos en escenarios internacionales

Aunque la OEA actúe en el continente americano, su diálogo con Europa es constante. Gil puede ser una voz clave en la defensa de los derechos de los migrantes latinoamericanos en contextos como el europeo, donde los discursos antimigrantes siguen creciendo.

10. Continuidad simbólica con Austria

Muchos colombianos en Austria pensarán que la salida de Laura Gil como embajadora puede ser una pérdida, pero su nuevo cargo le permitirá, desde otro lugar, seguir construyendo puentes entre el mundo andino y el europeo.

¿Y ahora qué?

Laura Gil nos recuerda que la política también se juega en otros idiomas, con otros códigos, pero con efectos reales sobre nuestras vidas. Su nuevo rol no es una medalla decorativa, sino una posibilidad para empujar transformaciones desde lo multilateral, algo que Colombia necesita con urgencia.

Este nombramiento es, al mismo tiempo, una señal de esperanza y una llamada a la responsabilidad ciudadana: como colombianos nos toca vigilar, apoyar y también exigir que esa nueva voz en la OEA no se desconecte del país que la vio nacer ni de los millones que lo llevamos en la piel, incluso desde el exilio.

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