Hablando con Cynthia López sobre el hacer del artista
Su nombre completo es Cynthia Paola Guzmán López, pero Cynthia es la forma como la llamó su familia cuando estaba pequeña, fueron sus compañeros de la universidad quienes la empezaron a llamar por el nombre de Paola.
Desde que tiene memoria ella dibuja. Era la que hacía cartas con ilustraciones y las vendía en el colegio. Todo arrancó a los diez años cuando ingresó al Colegio Ideas de Cali y sintió en su conciencia que quería dibujar cómo lo hacían las niñas de grado 11.
No obstante, cuando estaba en octavo de bachillerato logró un nivel tan áspero que la llevó a querer explorar otro tipo de dibujos y más adelante, a sus quince años, realizó un trabajo monográfico en el colegio sobre el arte urbano en la ciudad, y cómo no sabía qué hacer, “El Topo”, un amigo de ella, le dijo:
—Ve, ¿vos por qué no haces una investigación sobre el Stencil?
Así que se consiguió el contacto de “Pulpa” y de Harnel Molina de “Recuperando Espacios Crew” y empezó la investigación para su proyecto de grado décimo sobre “El Graffiti y el Stencil en la ciudad de Cali” .
Sin embargo, la relación entre ellos quedó era tan brutal, que Cynthia conoció a todo el Colectivo Sub. —los manes de Fuzil, M79, Pulpa, Pacho, entre otros, que para muchos, eran un montón de locos que tenían una tienda de ropa y diseño en la calle quinta con quinta—.
Ya graduada del colegio, un día iba con Harnel y su crew en un bus Blanco y Negro ruta 6 y varios rayaron las sillas del colectivo, Paola no se quedó atrás e hizo su primera muñeca. En ese instante Harnel le preguntó — Ve, ¿y vos por qué no pintás?— Y ahí, Paola sembró la semilla.
Hasta ese momento, ella nunca le había mostrado sus diseños y sus dibujos a nadie por vergüenza, pero con “RPC” empezó a manejar el aerosol mientras ayudaba en las piezas colectivas.
En algún momento del año 2007 la invitaron a pintar en la pared de la Calle 10, pero cómo se sentía muy nerviosa de hacerlo con aerosoles, la solución fue llevarse unos tarros de vinilo y varios pinceles. Ese día Cynthia Paola Guzmán López por primera vez pintaría una pieza en una pared y oficialmente nacía “Puro Amor”.
De “Puro Amor” a “Cynthia López”
Paola empezó con “Puro Amor” como una serie gráfica, pues le habían dicho que el nombre tenía que ser corto, por aquello de los tags, pero finalmente todo se terminó volcando hacia su firma y empezó a darse a conocer.
”Puro Amor” es el seudónimo con el que pinta en la calle, pero fue en la Universidad que ella empezó a separar entre, las paredes y lo que hacía con su otra línea de trabajo gráfico.
Cuando comenzó a vender y a exponer, decidió firmar como Cynthia López con el propósito de diferenciar entre ambas expresiones plásticas debido a las diferencias formales y estéticas entre una y otra. Algo así como, ”Puro Amor” vendría siendo la firma para el trabajo mural y Cynthia López para la expresión gráfica sobre papel.
Aunque en el presente ella está en un proceso de integrar ambas expresiones, en la actualidad un dibujo de ella en medio pliego, puede costar entre tres y cinco millones de pesos.
No obstante, como en la práctica artística y en el ejercicio de ser artista no puede hacer falta el hacer, ella tiene clarísimo esta frase que me gustó bastante: “en el hacer del artista, lo que no puede hacer falta es el hacer”.
Paola actualmente trabaja como artista plástica, siendo el dibujo sobre papel su principal medio expresivo, también se dedica a la ilustración y recientemente se vinculó como docente en la Universidad Javeriana de Cali, además dicta talleres de dibujo y en su portafolio tiene clientes y marcas como Revista Cromos, Revista Don Juan, Camisetas Cubica y Editorial Planeta Amarillo.
Los que hemos visto el trabajo de ”Puro Amor” o Cynthia López, sabemos que tiene su lado barroco, pasión por los detalles y dan ganas de querer descubrir cuáles son las cosas que están sucediendo en ella para que ese dibujo surja.
Y aunque es brutal que a la gente le guste lo que hace, en ella hay un reto que guarda siempre, “pintar igual a las del grado 11”, quizás por eso se pregunta, “¿qué será lo que estaré pintando cuando tenga 60 años?”.
Por todo lo anterior, si usted aún no sabe quién es Cynthia López o “Puro Amor” y quiere conocerla más a fondo, en su casa-taller está ofreciendo talleres y clases de dibujo, próximamente sacará una serie limitada de 50 serigrafías que estarán a la venta, hace poco expuso en Gallery House de Nueva York con la Fundación Natalia Ponce de León.
No obstante, antes de empezar esta entrevista, estamos en su casa tomándonos un café, hablando sobre el hacer del artista, de su trayectoria y del arte gráfico en Cali.
Cynthia para empezar, ¿qué observás vos de la escena del arte local en nuestra ciudad?
Considero que es un poco complicado vivir del arte en nuestra ciudad. Me parece que el arte como práctica y profesión es un concepto intangible, y en el momento práctico uno se siente perdido frente a las dinámicas del contexto. No hay preparación en tanto a saber ¿cómo entrarle a los galeristas? O ¿cómo vender tu obra? Toca lanzarse al agua e ir aprendiendo en el camino.
¿Quiere decir que no hay una formación desde la academia en ese aspecto?
Exacto. No hay una formación que te prepare para saber ¿cuáles son los porcentajes de ganancia correctos? ¿Cómo se manejan los derechos de autor? ¿Qué es lo que me corresponde a mi? ¿Qué es lo que estoy dispuesta a negociar? ¿Cuáles son las reglas justas con el artista? Es en el proceso y en la equivocación que lo aprendemos. Salís de la Universidad y lo que sentís es vacío e incertidumbre.
¿Qué es el arte para ti?
El arte es un trabajo, es un oficio que requiere ocho horas diarias, no las dos horas de energía que te quedan cuando llegas de otro trabajo que no tiene nada que ver con lo que te apasiona.
¿Crees que el arte es una industria o debe ser comercial?
Desde la perspectiva romántica sobre el arte como un hacer que involucra la intimidad y espiritualidad misma del artista, resulta perturbador el pensar el arte en una industria u objeto para el comercio. Creo que esto jamás debe permear las motivaciones del artista para su práctica, no debe ser la “inspiración”. Pero evidentemente hay una industria del arte, y evidentemente uno desea dedicar la mayor parte del tiempo en la vida a hacer lo que más apasiona, pero para ello es importante que haya un reconocimiento económico a cambio que sustente este modo de vida.
¿Existe un mercado del arte en Cali?
Creo que sí hay un mercado del arte en Cali en tanto que hay personas interesadas en comprar obra. El asunto está en que las personas que compran arte lo hacen a conocidos o directamente en galerías que avalen el trabajo de uno u otro artista. Lo que hace de este mercado un círculo cerrado de difícil acceso para los artistas emergentes que no tienen relaciones sociales directas con los compradores.
¿Dónde exponen los artistas en Cali?
Yo diría que en La Tertulia, Lugar a Dudas, Jenny Vilá, Sin Espacio, El Museo la Merced y Galería entre Paredes. La Sucursal, Proartes, El Centro Cultural de Cali, La Alianza Francesa, entre otros espacios
¿Qués es un Black Book?
Es un libro que cada grafitero tiene donde hace sus bocetos e intercambia tags con otros grafiteros.
¿Te gusta escuchar música cuando estás creando obras?
Sí, cuando va a surgir la idea escucho musica para meditar y música clásica. Ya cuando estoy haciendo líneas, depende del estado que tenga. Puede ser desde Chet Faker, Metronomy, The Internet y The Black Keys, hasta Monsieur Perine, Pedrina y Rio y Sidestepper.
¿Artistas caleños que te llamen la atención?
Me parece que el trabajo de Guacala es brutal. Me parece que Gleo está marcando la parada en Cali en tanto que arte urbano. He visto algo del trabajo de Marcello Castellani y me parece muy agradable y la obra del maestro José Horacio Martínez despierta toda mi admiración y respeto. En cuanto al tattoo, la propuesta gráfica y técnica de Logo me parece de lo mejor en la ciudad.
¿Crees que el público caleño entiende y es receptivo o se le hace fácil entender el arte?
En cuanto al entendimiento, creo que resulta en algo subjetivo, habría que preguntar directamente a cada persona. Ahora bien, respecto a la receptividad, creo que si hay una receptividad por parte del público caleño, al menos los días de la de inauguración, el asunto es que creo que estos eventos resultan ser más un encuentro social que un espacio ideal que permita entablar un diálogo entre el público y la obra. Habría que ver cuántas personas vuelven a la exposición a permitirse entablar esta relación con el objeto artístico.
¿Qué debe saber uno o qué criterios hay que tener para analizar una obra?
Creería que el primer filtro, y en últimas uno de los más relevantes es lo que se siente cuando te encuentras en frente de una obra. Más allá, no hay un criterio único para apreciar el arte, la cuestión vendría siendo más si hay disposición por parte del espectador en pensar la obra, cuestionarse acerca de los elementos que la componen y los significados que tienen. Preguntarse ¿qué es lo que dice? Aceptar la tarea de pensar e intentar comprender el lenguaje del artista, en contraposición con una actitud de espectador que solo busca distracción y contentarse con un calificativo de bonito, feo, raro etc. En lo personal, cuando me siento atraída por un trabajo, también procuro develar el hacer práctico, tratar de imaginar o descubrir cuál fue la primera pincelada, cómo logró ese color, cómo se le ocurrió aquella imagen, cuál es el secreto detrás de un elemento puntual, etcétera.
Cynthia, ¿de dónde sale “Puro Amor”?
“Puro Amor” era una producción, realmente no iba a ser mi firma, lo consideraba como una serie que buscaba generar un contraste, una disonancia entre la imagen y una frase tierna como lo es “Puro Amor”.
¿Es el amor una de las bases con las que vos arrancás a pintar?
Sí, además desde los 16 años tenía una necesidad de expresar con imágenes todo lo que me sucedía alrededor del amor y experiencias en la calle. Una especie de catarsis.
¿Cómo ha sido convivir durante nueve años con ”Puro Amor”?
La verdad ha sido algo muy natural pero en este momento tengo un conflicto por tantos nombres,”Puro Amor”, Paola Guzmán o Cynthia López.
¿Cuales son tus metas profesionalmente?
Digamos que es llevar mi obra lo más lejos que pueda a nivel técnico. Hacer cosas tan brutales que ni siquiera yo sepa cómo llegué ahí.
¿Qué te gusta de la gente que admira tus obras?
Me encanta cuando alguien descubre cosas que están ahí en tu obra y que vos no plasmaste intencionalmente. Me parece que esa es la parte que nos conecta como humanidad en tanto que es la manifestación del inconsciente colectivo.
¿Qué te hace feliz a vos en tu trabajo como artista?
A mí lo que me mantiene contenta es estar haciendo lo que me gusta hacer. Si me pongo hacer otras cosas, en qué momento evolucionará mi propuesta. Y lo que me hace feliz es dibujar y, más aún, el reto de estar en permanente evolución. Cuando alcanzas un nivel diferente al que tenías, se siente una gran satisfacción.
Paola finalizar esta entrevista, ¿crees que se nos escapa algo en lo que quieras enfatizar?
Creo que es importante cuestionar las metodologías y contenidos pedagógicos en la enseñanza artística. En cuanto a técnica, creo que es importante que las academias retornen a la práctica rigurosa de las técnicas plásticas tradicionales (pintura, dibujo, escultura, grabado). Más allá que los estudiantes de artes desarrollen su obra bajo estos parámetros técnicos, creo que tener el dominio de los mismos enriquece la práctica artística. Finalmente comparto una premisa popular en la que se dice que para deconstruir, cuestionar o plantear una diferencia frente a algo específico, primero hay que conocerlo a fondo y dominarlo.