Colombia al Parque, un festival lleno diversidad, cultura y turismo
El Auditorio Fabio Lozano y El Parque de los Novios en Bogotá, fueron los escenarios donde el pasado 19, 21 y 22 de julio, se llevó a cabo el Festival Colombia al Parque 2018, un evento que le apuesta a la diversidad, a la cultura y al turismo.
No obstante, por primera vez en sus 17 versiones, el festival reunió a más de 25.900 asistentes, una cifra que activó el turismo, la economía de la capital, y por supuesto, las expresiones culturales y musicales de las diferentes regiones del país y de Latinoamérica.
“Para nosotros es vital articular el turismo con los festivales. Nosotros venimos trabajando en linea con turismo y cultura, ya que hemos entendido que hay una alianza natural entre sector cultural y el desarrollo económico, precisamente con la posibilidad de ampliar la industria cultural a unas audiencias nuevas.” Manifestó José Duarte, director del instituto Distrital de Turismo de Bogotá.
Este año Colombia al Parque abrió el telón con una gala en el auditorio Fabio Lozano de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, a cargo de Swing Choir, una agrupación bogotana, cuyo coro cautivó al público con sus arreglos de música popular y una puesta en escena llena de efectos vocales.
Luego Canalón de Timbiquí, una joya musical del Pacífico colombiano, ganador del Festival Petronio Álvarez en diferentes categorías, a punta de guasá, marimba de chonta, cununos y cantos de las mujeres negras del Pacífico, pusieron a bailar a todo el auditorio.
Esa misma noche, el festival celebró los 20 años de trayectoria de Palo Cruza’o, banda llanera que presentó por primera vez en vivo el álbum “En Armonías Colombianas”, con el cual fueron ganadores del Latin Grammy a Mejor Álbum Folclórico en 2016.
“Cuando todas estas músicas se juntan, el contraste y la diferencia es lo que la realza. El cambio del espectador, de estar viendo un grupo de joropo y luego pasar a música del pacífico, eso si lo pudiéramos medir en decibeles, es coger a la gente y sacudirla”. Comentó Chucky García, programador artístico de Colombia al Parque.
En el marco del festival pudimos ver como se reunieron diferentes generaciones, diferentes gustos musicales e incluso, diferentes orígenes, solo para enfiestarse con la mayor muestra posible de músicas colombianas y latinoamericanas, desde las más tradicionales hasta las más modernas.
Del Pacífico llegó Alex Pichi y Su Banda Show, poniendo a mover las caderas de los asistentes con uno de los espectáculos más populares e importantes de las Fiestas de San Pacho en Quibdó.
La cuota musical de la Costa Atlántica llegó a la capital desde Barranco de Loba, Bolívar, con Grilbin Sáenz y Golpes Malibú, compositor e intérprete de los cantos tradicionales de las poblaciones a orillas del río grande de Magdalena, y Koffee El Kafetero, cartagenero con más de diez años de trayectoria, quien se dio a conocer en todo el país como «El caballero de la champeta”.
Cambiando de canal, en tarima también hubo géneros de mariachi y bolero, empezando con el el grupo femenino Flor de Toloache, ganadoras del premio Latin Grammy 2017 y Los Tres Reyes de México, el último de los grandes tríos que aún existen, iconos del bolero y la música popular latinoamericana.
Desde Nariño se presentarón Los Ajíces, una agrupación nacida en Sandoná hace 15 años, cuya música mezcla la picardía, el humor, la melancolía, la tristeza y el goce nariñense. Además, los sonidos andinos de Colombia sonaron a través del trío Tres en Uno y la agrupación Ancestral.
Representando las nuevas tendencias y las estéticas de la música latinoamericana fusionadas, Cacao Munch sorprendió con una particular fusión entre los géneros colombianos y afroamericanos de nuestro país.
En tarima también estuvieron María Escobar, con una mezcla de folclor, música electrónica y música colombiana, y La Sonora Mazurén, quienes recordaron los años dorados de la discografía tropical latinoamericana, a través de un electrizante sonido.
Remix, el colectivo de música tropical, conformado por niños entre los 13 y 15 años, sorprendió con raspa, cumbia, son, entre otros ritmos típicos.
Efilá-Estefanía Lambuley, mezclando música tradicional colombiana y latinoamericana con lo urbano, pedales y loopers, nos llevó por un viaje musical nunca antes escuchado.
Por otro lado, Las Áñez, combinando el folclor con su versatilidad, desde pedales hasta series de percusiones minimalistas, dejaron una marca en el público con su propuesta musical.
Además, durante los cambios de artistas, estuvieron acompañando el festival desde un escenario alterno los DJ’s Meneo desde España, Monosóniko Champetúo y Perro Loko Megabass, ambos de Barranquilla.
Herencia de Timbiquí, galardonada en el Festival Petronio Álvarez y el Festival Internacional de Viña Del Mar, celebrando sus primeros 15 años de música, fue la encargada de cerrar las versión numero 17 del Festival Colombia al Parque 2018.
En definitiva, que festival tan brutal. Me llevo de aquí muchas experiencias, pero sobre todo, lo que más me queda, es eso que me dijo Chucky García. “Uno cuando programa o hace un festival, claramente parte de la idea que al público le quede algo. Sería lindo pensar que esto a la gente le queda como lo importante que es la diversidad, de la cual salen cosas nuevas”.