Vie. Jul 26th, 2024

#Poesía || De repente desperté tras el balazo que atravesó el sueño de esta generación dolida
deprimida.
y sin compasión…

Ya no veo en la calle ese love del que hablan los libros,
la iglesia,
mi padre
y el mar.

Ya no sé si lo que pienso es una excusa para dejar mis dolores en el aire.

Pero la espalda me duele.
El corazón llora.
Mi alma azul se balancea entre la razón,
el amor,
la poesía
y los versos de la locura.

Incluso en diciembre no lo puedo soportar,
y cada día me pregunto
¿Cómo lo haré?
¡Dios!
¿Cómo lo haré?

El amor y su demonios.
Su piel blanca y los recuerdos.
El sol y la idea de salir de este agujero sin música
lleno de perico, aguardiente y cerveza.

Quizás no me entiendan
ni sepan que estoy llorando,
y pensándola.

Olvidándola entre pistolas,
policías,
rastas,
una luna negra
y los gritos de una madre que se siente incompleta sin un hombre.

¿Entiendes esta libertad?
¿Entiendes que falta aprender a amar?
Entiendes que el amor que está en ti,
hoy es el presente de un ardiente vacío.

Respira hondo y vuelve a escribir…

Un miércoles húmedo,
sopla un silencio inquietante que no asusta,
pero sí que duele.

Un puñado de esta generación se salva,
pero ellos no saben cómo me siento…

Es por eso que saco mi arma…
Cargo de tinta este revolver Parker Duolfold
y dejo que suene It’s Been A Long Time de Rakim.

Es un poco enfermo que tenga que escribir para llenar mi corazón de amor.
Pero no me da vergüenza,
sobre todo,
después de una sucia semana sin escribir.

Una historia ha sido maldecida.
Una generación camina frunciendo el ceño como si no tuvieran una razón para sonreír.

Y ¿cómo lo harán?
No lo harán,
simplemente es así.

En estos tiempos del cólera,
crecemos con el corazón roto,
sin Dios ni ley que detenga este vacío.

Pero ahora regresé del desierto con un estilo salvaje.

El chico malo sin armas.
Conocido porque logró alborotar eso que tienes ahí guardado,
pasando de negativo a lo húmedo,
mientras cruzas tus piernas largas.

Sin embargo,
cuando tu amor se agita,
un niño roba una moto con su hechizo de luna Ak47,
al mismo tiempo,
los vecinos miran nuestros encuentro desde el balcón .

Tú entrando dentro de mí.
Escribiendo una historia.

No es que a nadie le importe,
simplemente es así.

Nadie puede hacer nada.
Sólo pueden observar desde el balcón.

Así que creo estar vivo,
pero sé que un lado de mí
está muerto.

Un muerto menos por el cuál preocuparnos.
Parece que está prohibido hacer cambios,
aprender a vernos como hermanos y no como extraños.

¿Quisieras volver al pasado, cuando jugábamos a ser niños?

Las cosas cambian.
Las sombras bailan en el aire.
Una lluvia de frases se cae
y veo el día convertirse en noche.

Una y otra vez tengo al mundo atento.
Poesía tengo para estallar sin aviso previo.
Para inventar fantasías con esa boca tuya y el recuerdo de tus pezones rosados,
llenos de aventura, que me suben la temperatura
como si fumara adrenalina y me hicieras olvidar toda esta guerra y esta soledad.

Pero ahora que estoy fuera de este tiempo,
relajado,
prendiendo mi joint,
la gente me para y me pregunta
¿cuándo volverás a escribir?

La espera ha terminado.
El tiempo va.
Ahora tengo más años,
el amor se me escapa entre los dedos
y he roto el código del silencio con una sobrecarga de talento.

Ahora me veo en la obligación de despertar y sacarte de las esquinas frenéticas por las que caminas,
ya que no veo rebeldía ni gritos de libertad en ti.

Al contrario,
observo tu rostro,
pareces triste
con el alma vacía.
Aturdida y aturdido con los delirios y la confusión,
pasando el día entre las flores de la guerra
y bebiendo el veneno del placer.