Sáb. Jul 27th, 2024

¿Qué piensas del consumo de marihuana?, le pregunto a Daniel* uno de mis amigos con el que venimos debatiendo en su carro. La pregunta parece tonta, en especial porque se está fumando un porro mientras hablamos.

Que no es ni bueno, ni malo. No es para todo el mundo, pero a mí me hace bien.

En Cali el consumo de marihuana es, a pesar de la satanización e ilegalidad, “normal”. Además existen en la ciudad diferentes zonas de tolerancia en las que se consume esta sustancia a diario. Algunas de estos lugares son bien conocidos como el Parque de Jovita, el Parque de las Piedras o la Loma de la Cruz.

No obstante, el año pasado el Ministerio de Justicia alertó al país sobre un aumento en el consumo de drogas ilícitas. Según el Observatorio de Drogas de Colombia (ODC) para 2013 cerca de tres millones de personas habían consumido alguna clase de droga.

Foto: Tomada de Internet

«Al igual que en el resto del mundo, en Colombia la marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo, seguida por la cocaína, el basuco y el éxtasis. Del total de consumidores de drogas ilícitas en el último año, el 87% consume marihuana. No obstante, no se debe desestimar el consumo de ninguna sustancia, pues drogas con bajas prevalencias, como la heroína y el basuco, tienen altos impactos en la salud pública.

 

El consumo de marihuana requiere un análisis más detallado, considerando que, además del cannabis regular, se ha vuelto común la presencia de variedades más potentes, como es el caso del ‘cripy’. Del total de consumidores de marihuana, el 75,1% reportó consumo de cripy, que es más potente por su alto contenido de tetrahidrocannabinol (THC), componente activo del cannabis». Según Reporte de Drogas de Colombia 2017.

Frente a este aumento, el Ministerio de Justicia plantea que esta situación puede deberse al surgimiento de drogas emergentes y a diferentes realidades locales sobre el uso de drogas. Lo último quiere decir que en el país existen diferentes imaginarios frente el consumo, dependiendo de la ciudad o el territorio.

Imaginarios sobre el consumo de Marihuana, parte del problema

Cada droga trae su propia carga simbólica. Por ejemplo, mientras la cocaína se asocia con el poder, a la marihuana se la asocia con la vagancia, la criminalidad o la indigencia. En este sentido se orientan muchas de las campañas educativas en contra del consumo de esa sustancia y en ello radica su fracaso.

Por ejemplo Daniel* probó la marihuana a los 25 años. Antes de esto consideraba que era lo peor, y que sus consumidores eran seres malignos y hostiles, por ello prefería no tener mucho que ver con ella.

Sin embargo, en la medida en que las personas empezaron a abrirse con él frente al consumo, cuando Daniel* la probó, su experiencia sensorial no lo llevó al vórtice de la decadencia como creyó que pasaría gracias a la campaña de La Mata Que Mata; su postura cambió radicalmente y entendió que todos sus preconceptos correspondían a un proceso de satanización de la marihuana. En la actualidad, con 34 años, una familia promedio y una empresa exitosa, es un consumidor habitual.

Una experiencia diferente a la de Sebastián*.

— Fumar no me causa ningún efecto, entonces me parece un despropósito.

Otra cosa opina Vanessa* quien también viene en el carro con nosotros.

— No me gusta el olor y uno ve que la gente cuando fuma se pone medio pendeja. 

Es cierto, el no consumo en personas que la han probado también se encuentra ligada a la experiencia sensorial, ya que algunos les gusta y a otros no.

— Es que cuando vos hablás con un marihuanero te das cuenta que son personas normales.  dice Vanessa*.

Sin embargo, el principal problema con la construcción simbólica de la marihuana es que se basa en el prejuicio y no en datos reales. Además quienes inician consumiendo, si les resulta una experiencia placentera, terminan normalizándolo y desmitificando el consumo.

Cabe decir que en Colombia no ha sido posible probar una relación directa entre el consumo de marihuana y actos de violencia o criminalidad. Sin embargo, de las 143 mil riñas que se presentaron en Cali durante el 2016, un 43% estuvieron relacionadas con intolerancia asociada al consumo de alcohol o drogas (aunque el informe no especifica qué tipo de droga).

Además, según la OMS existe evidencia de afectaciones a nivel del sistema nervioso, respiratorio y cardiovascular asociadas al consumo regular de marihuana. Igualmente los daños parecen ser más graves en personas que se inician a edades tempranas, especialmente en funciones mentales como la memoria y el aprendizaje. Aún así, se trata de una droga de bajo nivel de adicción.

Por otra parte, se estima que un 9% de los consumidores habituales de marihuana desarrollan dependencia, muy por debajo del índice de adicción a la nicotina. En cierta medida, el 78% de las personas que iniciaron consumiendo marihuana consumen otro tipo de sustancia. Así que, si bien no es altamente adictiva, sí es una puerta de entrada al mundo de las drogas ilegales, por eso se considera un factor de riesgo.

Foto: Tomada de Internet

Uso de cannabis, una realidad en Colombia

La marihuana sigue siendo una droga de bajo consumo en el país frente a otras consideradas legales. Por ejemplo, en la encuesta realizada por el ODC, mientras que el consumo de marihuana es del 12.2%, el de alcohol está en el 50% de la población encuestada.

Legalmente, el uso de cannabis medicinal es una realidad en Colombia. Negocios dedicados a la producción y venta de aceites, cremas y ungüentos cannábicos proliferan como arroz. Lo que ha permitido desmitificar en parte el uso de esta sustancia. Además, actualmente existen movimientos que han ido ganando fuerza y buscan normalizar y legalizar el consumo en nuestro país.

Y tú ¿qué piensas del consumo de marihuana? 

* Los nombres fueron cambiados por petición.