Trataré de ser lo más breve posible, así que no vengan a decirme que todo lo que digo acá es mentira o que soy de izquierda y que incito al odio. Aquí voy.
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Colombia es mágica, ¿por qué? Porque aquí nadie le debe a los bancos y la mayoría de los colombianos somos de clase media alta. Porque aquí nadie ha vivido en guerra durante 70 años y hace mucho tiempo los colombianos dejaron de comer arroz con huevo.
Aquí nadie se cree el putas y por eso aquí no matan a nadie, a todo el mundo se respeta, no hay corruptos, no hay explotación de la flora, la fauna, ni de los ríos, las montañas y menos de nuestros dos mares; no hay políticos, militares o policías involucrados en el narcotráfico, ni en desapariciones forzosas o en el uso de la fuerza excesiva acompañada de mermelada.
Aquí en Colombia nadie tiene untada la nariz ni las manos, ni tampoco el clasismo, el racismo y la esclavitud existen en Buenaventura, Tumaco o Quibdó.
Aquí los noticieros dicen la verdad y en los colegios a todos nos enseñan la historia de los misak, los wayú, los emberá, los uitoto, los nasa, los ticuna y los nukak maku.
En Colombia los hospitales son ejemplo para los de Europa y los de Estados Unidos. Además, acá nadie vive en casas de madera sobre la marea o a las orillas de los ríos, y las islas de San Andrés y Providencia fueron reconstruidas en 100 días.
Aquí hay trabajo con igualdad de condiciones para todos y todas, aquí nadie está ofendido porque la educación escolar y universitaria es de alta calidad, con acceso a ella y por supuesto, sin ningún costo.
Pero lo más rico de vivir aquí es que hay un patio trasero llamado ministerio de cultura, donde dan refrigerios y mercados gratis, y un ministerio de defensa que protege toda esta casa con 69 senadores, obviamente respetando los derechos humanos.
Entonces, ahora no vengan a decirme, que todo lo que digo acá que es mentira, que estoy incitando al odio, que soy como esos fachos que se la chupan a Uribe hasta el fondo y dan su vida por él, mientras un montón de mamertos les dan sopa y seco con argumentos, ideas y mejores retóricas.
¡No! ¡No señores! Esta es la verdad, duélale a quien le duela, Colombia es el realismo mágico más absurdo de todo un continente y la historia la estamos escribiendo todos nosotros. 