Hace dos semanas vimos llegar a Netflix la nueva película colombiana ‘Lavaperros’ del director Carlos Moreno. Comparto esta a ardiente critica sobre una dirección, la cual se nota que no tiene rumbo alguno.
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Algunos se atrevieron a describir este filme como un experimento al estilo de Tarantino, porque lleva consigo esa violencia realista con el tinte vengativo que caracteriza a este aclamado director, o quizás como mal lo dijo un famoso critico en una entrevista, “podría ser un homenaje inspirado en las películas de Guy Ritchie”. Sí, el mismo que dirigió Sherlock Holmes: Juego de sombras.
No obstante, me atrevo a decir que la nueva película colombiana ‘Lavaperros‘, aparte de su larga duración donde no registramos absolutamente nada nuevo, vemos cómo se va opacando un desarrollo a través de una sangrienta puesta en escena que destituye los homenajes o referencias dichos anteriormente.
Es decir, Carlos Moreno intenta revelarnos una ‘critica social’ rebuscada en los famosos clichés de narcos que azotan a Latinoamérica, en este caso al Valle del Cauca con sus paisajes coloridos, pero declinado a este cine ‘pornomiseria’ que caracterizó por un buen tiempo el séptimo arte suraméricano.
De qué se trata ‘Lavaperros‘
Don Óscar, un mafioso ya entrado en años, está metido en problemas de deudas financieras con un joven narco (nuevo) llamado Duberney, al cual no le paga dicho dinero, lo que termina provocando consecuencias. Para encontrar una solución, Don Oscar intenta enfrentar sus problemas con tres de sus hombres, mientras está ligado a una investigación policial casi que fallida.
Con todo este tinte uno termina pensando en que claramente será una película que se viene elaborando con la misma temática de hace 10 años; me refiero que ya hemos agotado el vaso con series como Pablo Escobar, Narcos, etcétera, etcétera, etcétera.
Podría buscar una ‘buena’ excusa, quizás en la ‘fotografía’ las ‘actuaciones’ o incluso la música, pero realmente no podría encontrar una causa cinematográfica en la que nos demos contentillo; ya que todo parece más bien un exceso poco elaborado. Y acá no hay culpables sino más bien una dirección la cual se nota que no tiene rumbo alguno.
Aun así, con la ardiente critica que lanzo, cabe recalcar que el filme ganó el XXVII Premio Manuel Barba, que da la Asociación de Prensa de Huelva, en España. Seguramente va tener sus seguidores, solo basta con verla y dar su opinión personal.
Como dato no menos importante en Colombia ‘lavaperros’ es el nombre que se le da al servidor de un mafioso con menos jerarquía. 
Autor | Edwin Medina
Cine – Sociedad