En Cali se realizó la Rendición de Cuentas del Ministerio de Cultura de Colombia 2010-2018

Este 26 de abril de 2018 en la Antigua Licorera del Valle en Cali, se realizó la rendición de cuentas de los ocho años de gestión del Ministerio de Cultura de Colombia, un evento que contó con la presencia del Presidente de la República, Juan Manuel Santos y la Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba.

Durante el acto, que tuvo como lema ‘Un legado en cultura para los colombianos, 8 años de gestión’, se destacaron los logros alcanzados, como la consecución de más recursos y nuevas fuentes de financiación; mejoramientos de la infraestructura del sector; hacer de Colombia un país lector; el fortalecimiento de los planes nacionales en artes representativas; la promoción para la apropiación y el cuidado de nuestro patrimonio cultural;  el apoyo a los artistas y creadores; la  consolidación de las políticas para las industrias culturales y el fortalecimiento la industria cinematográfica, entre otros.

Cabe decir que el presupuesto para la cultura en el país casi se duplicó respecto al mismo periodo del Gobierno anterior, al alcanzar más de 2,6 billones de pesos, señaló el Presidente Santos, durante el acto de rendición de cuentas de esta Cartera, realizado en Cali.

A continuación desde bizarromesa.com compartimos las palabras del Presidente Santos. Un discurso sobre el balance de gobierno en el sector cultural. Palabras de reflexión que quizás generen una discusión positiva sobre el desafío que tenemos por delante para construir la paz, ya que el próximo presidente deberá tener en su agenda al sector cultural y no retroceder en los logros que ya se han alcanzado.

Discurso Presidente Juan Manuel Santos

«Siempre he creído que en la vida es importante tener lo que los marineros llaman “un puerto de destino”.

Hoy, después de navegar durante casi ocho años –a veces con el viento a favor y otras veces en contra– el barco de este gobierno se acerca poco a poco al puerto.

No es un puerto final, sino un puerto intermedio en el camino del progreso, del desarrollo y la paz de Colombia, un camino que esperamos nos siga llevando a un mejor mañana.

Es momento, entonces, de hacer un balance de lo que –con convicción y esfuerzo– pusimos en marcha durante este tiempo para cumplir la tarea que nos encomendaron los colombianos.

Nuestro objetivo –ustedes lo saben– ha sido avanzar hacia la meta de hacer de Colombia un país en paz, con más equidad y mejor educado.

Para lograrlo, teníamos que acabar con el lastre de un conflicto armado con las FARC que sufrimos por más de medio siglo. Un conflicto que nos costó cientos de miles de muertos y millones de víctimas, que aisló a muchas regiones de la oferta institucional del Estado y que nos impidió desarrollar todo nuestro potencial.

Terminado el conflicto, los colombianos tenemos por delante el enorme desafío de construir la paz.

La paz es reconciliación, es reconocer y aprender de nuestras diferencias, que en vez de dividirnos, nos enriquecen.

Nuestra diversidad cultural es la mejor prueba de ello. Tenemos que reconocerla, cuidarla, potenciar todas sus expresiones, vivirlas con alegría y orgullo. La cultura es el camino a la unidad desde la diversidad.

Por ello, desde 2010 nos propusimos, con la Ministra Mariana, partir de esa gran riqueza, de las dinámicas culturales propias de cada comunidad para reconstruir y fortalecer el tejido social de una nación unida y en paz.

Los retos eran inmensos: buscar más recursos y nuevas fuentes de financiación; mejorar la infraestructura del sector, hacer de Colombia un país lector, fortalecer los planes nacionales en artes representativas…

Además, promover la apropiación y el cuidado de nuestro patrimonio material e inmaterial; apoyar a los artistas y creadores; consolidar las políticas para las industrias culturales y, desde luego, seguir fortaleciendo la industria cinematográfica.

Uno de los logros más importantes en estos años ha sido la creación de nuevas fuentes de financiación para el sector.

Por ejemplo, desde 2012 se destina un promedio de 20 mil millones de pesos anuales del Impuesto al Consumo de la Telefonía Móvil para fortalecer las cerca de 1.500 bibliotecas públicas del país.

Y en la última reforma tributaria se logró que, aparte del servicio de voz, se incluyeran también en la base gravable los servicios de datos, internet y navegación móvil, ampliando así el recaudo de fondos para la cultura.

Estos nuevos recursos nos han permitido darles a los colombianos nuevas colecciones bibliográficas, conectividad, capacitación de bibliotecarios, tutores y promotores de lectura, así como financiar programas de promoción de la lectura.

De igual forma, hoy las regiones tienen más recursos para hacer el inventario de su patrimonio cultural, protegerlo y promoverlo, y para fortalecer sus museos, archivos, bibliotecas patrimoniales y centros de memoria.

Sumado a estos nuevos recursos, entre 2011 y 2018 destinamos más de 2,6 billones de pesos para fortalecer el sector, y los resultados están a la vista.

Con el Programa Nacional de Concertación Cultural se han apoyado 12.800 proyectos para fomentar procesos de formación, lectura y escritura, y la realización de festivales, carnavales y ferias.

Por medio del Programa Nacional de Estímulos destinamos 100 mil millones de pesos para entregar más de 4.300 estímulos a artistas, investigadores y gestores culturales, consistentes en becas, premios y residencias artísticas, entre otros.

Hoy Colombia tiene más y mejores espacios para la cultura.

Nunca antes –y esto lo digo con mucho orgullo–, ¡NUNCA ANTES! se había invertido tanto en la construcción y rehabilitación de espacios dedicados al arte.

Desde 2010 iniciamos la intervención de 472 espacios, entre teatros, casas de cultura, bibliotecas, museos, escuelas de música y espacios públicos en poblaciones emblemáticas como Mompox, Pamplona, Providencia, Buga, Andagoya o Jericó.

Durante estos años hemos llevado a cabo 48 restauraciones y rehabilitaciones en bienes que son patrimonio cultural de la Nación, entre las que se destacan las hechas al Museo Colonial, en Bogotá, y a la Basílica y el Claustro de Monguí, en Boyacá.

Y, desde luego, emprendimos el proyecto arquitectónico más ambicioso: la restauración y ampliación del Teatro Colón.

Hoy contamos con un teatro majestuoso –una verdadera joya del siglo XIX– que tiene la caja escénica más moderna de Latinoamérica, capaz de recibir las producciones más exigentes.

Y estamos construyendo tres salas más: una para el uso exclusivo de la Orquesta Sinfónica Nacional –que no tenía sede–, una sala alterna y otra experimental.

De manera que el ‘teatro de los colombianos’ quedará a la altura de los mejores del mundo.

Si no lo conocen todavía, los invito a que vayan, a que lo recorran y disfruten de su amplísima programación cultural. De hecho, en estos días se está presentando El Crimen del Siglo, una gran obra sobre los hechos ocurridos en Bogotá el 9 de abril de 1948.

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Ahora bien, para fortalecer al sector, como nos lo propusimos a comienzos del mandato, además de mejorar su financiación, teníamos que mejorar su arquitectura normativa, y por esta razón creamos tres nuevas leyes.

Una de ellas es la Ley de Espectáculos Públicos para las Artes Escénicas.

Hace casi ocho años era impensable que grandes artistas internacionales se presentaran en nuestro país. Gracias a los estímulos creados, ya hemos disfrutado en nuestro suelo de grandes grupos y espectáculos como The Rolling Stones, Lady Gaga, Madonna, U2, el Circo del Sol, Paul McCartney, Ringo Starr y Bruno Mars, entre muchos otros.

Los recursos obtenidos gracias a esta ley han permitido mejorar la infraestructura de 124 escenarios culturales –públicos y privados– del país.

Como complemento a esta ley, en 2016 lanzamos el Portal Único de Espectáculos Públicos de las Artes Escénicas, cuyo propósito es facilitar los trámites para la realización de estos espectáculos.

¡Y qué decir del cine, que ha tenido un crecimiento exponencial en estos años!

A comienzos de esta década se estrenaban en promedio 12 películas nacionales al año. El año pasado se estrenaron 43 producciones, y se ha duplicado el número de espectadores del cine nacional.

Nuestro cine es cada vez más reconocido en el exterior y eso nos llena de orgullo. Por ejemplo, la película La Tierra y la Sombra, de César Acevedo, recibió la Cámara de Oro a mejor ópera prima en el Festival de Cannes. Y El abrazo de la Serpiente, de Ciro Guerra, fue nominada a mejor película extranjera en los premios Óscar.

¡Estos son dos hitos en la historia de nuestra cinematografía! Y sabemos que vendrán muchos más.

Con la Ley Filmación Colombia, que es única en Latinoamérica, estamos promoviendo a nuestro país como un destino para el rodaje de películas, y ya se han aprobado 35 proyectos cinematográficos internacionales.

A quienes invierten en un rodaje en Colombia se les hace una devolución del 40 por ciento del gasto en contratación de servicios de preproducción, producción y posproducción; y del 20 por ciento del gasto en hoteles, alimentación y transporte.

Ahora es común encontrarse a estrellas de Hollywood en cualquier ciudad. Ya vinieron a filmar Tom Cruise, Antonio Banderas, Charlize Theron, John Malkovich, Mark Wahlberg…

Y las calles de Cartagena están revolucionadas por estos días con la presencia de Will Smith, quien está grabando allí su última producción, llamada Gemini Man.

Hoy el DANE publicó los resultados de los servicios de producción de películas de cine y televisión: Los ingresos crecieron 58% frente a febrero del 2017!

Qué bueno! esa es la idea: que aprovechen las maravillosas locaciones que tiene nuestro país, generen empleo para actores, creativos y técnicos colombianos, y nos ayuden a estimular las economías locales.

Y la otra ley que creamos fue la Ley de Patrimonio Cultural Sumergido, que varios gobiernos intentaron promulgar en el pasado, y nosotros logramos hacerlo poco antes de que el país hiciera uno de los más grandes hallazgos para la humanidad:

Después de 307 años de búsqueda, un grupo de científicos y arqueólogos subacuáticos encontró el Galeón San José, uno de los últimos galeones del siglo diecisiete, hundido en aguas nacionales.

Ahora mismo estamos avanzando para lanzar la expedición científica y tecnológica más importante de nuestra historia.

Y otro logro muy importante es que garantizamos la seguridad social para artistas, gestores y creadores culturales.

El año pasado definimos la manera en que deben gestionarse los recursos de la Estampilla Procultura. Más adelante la ministra Mariana les hablará más sobre esta y otras iniciativas que se han implementado en favor del sector.  

Yo quiero hablarles sobre un logro que me tiene muy alegre y esperanzado en un futuro mejor para Colombia.

Nosotros nos propusimos hacer de Colombia un país de lectores y hoy decimos con orgullo que avanzamos de manera importante en esta área.

En 2012 el índice de lectura del país no llegaba a dos libros por persona al año. Una cifra alarmante.

Así que con los ministerios de Cultura y Educación –y apoyados por el Ministerio de las TIC– lanzamos el Plan Nacional de Lectura y Escritura ‘Leer es mi cuento’.

La cartera de Educación se ocupó de las bibliotecas escolares y la lectura en el aula, mientras que el Ministerio de Cultura se hizo cargo de las bibliotecas públicas e implementó programas para promover la lectura en casa, además de dotar de libros gratis a hogares de escasos recursos.

A esta apuesta por un mejor futuro para Colombia le destinamos el 39 por ciento del presupuesto de cultura. Y nos alegra mucho saber que nuestro esfuerzo está dando frutos.

Hace unos días se dieron a conocer los resultados de la gran Encuesta Nacional de Lectura, en la que se hace una medición amplia y especializada sobre cuánto leen los colombianos.

Aunque en la región ya se han llevado a cabo este tipo de mediciones, es importante resaltar que Colombia es pionera en llevarlas a cabo también en zonas rurales.

La encuesta mide en qué medios leemos –si impresos o digitales–, cuánto se usan las bibliotecas públicas, y cuántos libros les leen a nuestros niños de entre cero y seis años de edad.

Pues bien, los últimos resultados de la encuesta arrojaron que el promedio de lectura en las cabeceras municipales llegó a 2,9 libros por año.

Si el análisis se hace solo sobre los ciudadanos que manifestaron leer libros, el promedio nacional se ubica en 5,1 libros al año –incluyendo zonas rurales– y en 5,4, si solo tenemos en cuenta las cabeceras municipales.

Todavía nos falta un largo camino por recorrer, pero ya estamos en el grupo de países más lectores de América Latina, junto a Brasil, Chile y México Argentina aún está levemente por encima.

Este logro tan valioso ha sido posible gracias a la suma de voluntades desde diferentes frentes, como las secretarías de cultura y educación municipales y departamentales, la cooperación internacional y el sector privado –pero sobre todo, al valioso grupo de entusiastas bibliotecarias y bibliotecarios–. A todos, ¡muchas gracias!

Ha sido un trabajo monumental pero que ha valido la pena. Miren esto…

En estos ocho años, a través del Ministerio de Cultura, Colombia pasó de tener 8 millones de libros a disposición del público, a tener más de 30 millones de libros de calidad, repartidos en todas las bibliotecas públicas, en los hogares del Bienestar Familiar, en los Centros de Desarrollo Infantil, en las casas de los compatriotas más vulnerables y en las instituciones de educación públicas.

De otro lado, el Ministerio de Educación ha entregado más de 9 millones de libros de literatura en las bibliotecas escolares del país. Y aquí no estoy incluyendo los casi 42 millones de textos escolares que hemos entregado a los estudiantes en los colegios de todo el país.

Pero nosotros quisimos ir más allá de lo tradicional y, a través del Ministerio de las TIC, hemos entregado 28.600 unidades de computadores y tabletas a las bibliotecas públicas, y otras 11 mil en Casas de la Cultura.

Y en los colegios oficiales hemos entregado 1 millón 800 mil equipos, con los que pasamos de un promedio de 24 niños por computador –en 2010– a 4 niños por computador en 2018.

Tener estas herramientas a la mano permite que, entre otras cosas, la gente pueda usar aplicaciones didácticas como ‘Lee más’ –creada por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional–, que invita a descubrir nuevas formas de leer y ofrece más de 70 contenidos literarios.

Así mismo, el Ministerio de Cultura ha desarrollado otras herramientas digitales como Maugaré, para la primera infancia, o Viajeros del Pentagrama, para el aprendizaje de la música.

Estas cifras son elocuentes: leer ya no es un privilegio de pocos. En todos, absolutamente todos los rincones del país es posible ahora acceder a la lectura –virtual o impresa–, y de manera gratuita.

Así mismo, en estos años hemos construido más de 210 bibliotecas públicas nuevas en todo el país, algunas de ellas ubicadas en lugares apartados y afectados por el conflicto armado durante décadas.

Además, instalamos 20 bibliotecas móviles en las zonas de reincorporación de desmovilizados de las FARC, en las que la comunidad y los excombatientes pueden leer libros, ver películas y participar en talleres en torno a la lectura.

Estos espacios están ayudando a generar confianza y a reconstruir el tejido social de estas poblaciones.

Y las comunidades indígenas también se han beneficiado con este impulso a la cultura.

Por ejemplo, en la Sierra Nevada de Santa Marta se está construyendo un Centro de Memoria Indígena y la biblioteca indígena más grande del país, fundamentales para ayudar a preservar su cultura y valores.

Y como estos logros que les he mencionado, hay muchos más que dan cuenta del fortalecimiento que ha experimentado la cultura nacional durante estos dos periodos de Gobierno.

Estimada ministra Mariana y amigos del sector:

Quiero agradecer muy especialmente y destacar la gran labor de la ministra Mariana y su equipo. Han sido ocho años de trabajo duro y de enormes satisfacciones, que nos permiten decir que hoy Colombia tiene una verdadera política cultural y un sector cada vez más dinámico y sólido.

Me siento satisfecho por este balance. Sabemos que siempre queda mucho faltando y que siempre se puede hacer mucho más. Pero nadie puede negar que hemos avanzado –¡y de que manera!–, y que lo hicimos con el poder del entusiasmo y la convicción.

Juntos –todos los colombianos, desde todos los ámbitos– estamos construyendo una sociedad más abierta, más plural, más leída, con mayor contacto con las manifestaciones artísticas de Colombia y el mundo.

Una sociedad que –como soñaba nuestro Nobel Gabriel García Márquez – “canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia, y nos abra al fin la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía”. 

Muchas gracias.

Cabe preguntar, ¿está usted de acuerdo con este discurso?